Limbos honestos

Como parte de su actividad formativa y de proyección de sus estudiantes, La Universidad Nacional Experimental de las Artes (UNEARTE) posee la Compañía Universitaria de las Artes. Precisamente, el área de Teatro de la Compañía presentó Limbos, espectáculo creado a partir de Obituario y Mínimas de Xiomara Moreno, en los Espacios Cálidos de la universidad.

Cuatro directores reinterpretaron ocho textos de Moreno creando una puesta en escena ajustada, en su mayoría, al estilo de cada uno.  La dirección de arte y vestuario, a cargo de Efrén Rojas, refleja la estética minimalista del montaje. Las piezas se desarrollan sobre tarimas con los elementos necesarios para el desarrollo del argumento mientras que el público se desplaza de una representación a otra para ver cómo el tono del espectáculo cambia del drama a la comedia.

Obituario es la primera obra con dirección de Miguel Issa. Cuerpo y voz se integran cabalmente en una recreación simbólica donde el movimiento escénico, en conjunto con varias sillas, va armando la atmósfera para el relato. Un trabajo actoral cabal a cargo de Argenis Ciriaco, Jivina Irazabal, Joseph Rivero y Cesar Augusto Roa.

La manzana de la discordia es presentada con una serie de “gags” y referencias al cine y la televisión. Las actuaciones de Karlyn Alquinzones y Argenis Ciriaco fueron honestas con buen manejo de la corporalidad y vocalización, gracias a la dirección de Costa Palamides. Vida de pajaritos es el trabajo más débil. La voz en off de la madre y el mal manejo de la atmósfera demostraron una mala conducción por parte de Juan José Martin.

En La I griega, Palamides propone una serie de desplazamientos que exteriorizan los sentimientos de los personajes a través del cuerpo. En general, se logra la intención de texto con la labor actoral de Catherine Tadger y Joseph Rivero, aunque la primera se sintió desconcentrada. Todo nuevo es un monólogo que muestra la franqueza y veracidad Argenis Ciriaco gracias a la correcta dirección de Diana Peñalver.

Con De una mujer, Diana Peñalver divide la historia de una mujer perturbada en una relatora y varias mujeres que hacen eco de sus angustias y frustraciones con buena labor interpretativa. En Todas las salidas son ciegas, Juan José Martín concentra a lo mínimo el desplazamiento para que los actores se luzcan en su manejo de las intenciones.

Por último, Memorias de un viaje, logra la interacción del público que rodea a los actores para vivir una experiencia en el metro de Caracas. La comedia y la tragedia estuvieron bien conducidas por Diana Peñalver.

En fin, un trabajo honesto por este grupo de actores formados académicamente.

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