Cuentos y cavidades

Cuentos: En el Espacio Plural del Trasnocho, el Teatro del Contrajuego presenta Q & Q: Queens and queers, último espectáculo del ciclo Mala conducta. En el montaje se escenifican los cuentos de Tennessee Williams: "El chulo asesino y la loca enclosetada", "Caramelo", "El deseo y el masajista negro" y "Dos en la vida loca". Con producción de Rossana Hernández; la traducción, versión y dirección fueron realizadas por Julio Bouley.

La propuesta es la más atrevida de todos los trabajos presentados para la celebración del centenario del autor. Aunque ya no es algo vanguardista en el teatro, los actores asumen el riesgo de permanecer desnudos durante toda la representación para acentuar el contenido homoerótico de los relatos.

A través de la recreación de los personajes, la dirección plantea un reforzamiento y demostración de la gestualidad para contar cada historia. Destacan las coreografías que abren, enlazan y cierran los cuentos porque aprovechan al máximo las versiones de la canción “Fever”.

En las actuaciones, la fuerza y el matiz oportuno de Carlos Arráiz y Julio Bouley contrastan con la poca intensidad de Pablo Andrade, Darwin Barroeta y Armando Díaz. Además, siendo la narración la base del espectáculo, los cinco actores deben mejorar la precisión en el decir para que el trabajo sea redondo.

Cavidades: En el horario vespertino del mismo Espacio Plural, Xiomara Moreno Producciones celebra 19 años de trayectoria con Nueve huecos, escrita y dirigida por Javier Moreno. Con producción general de Xiomara Moreno y con Nelson Lehman como productor encargado, la pieza presenta a un hombre con deseos de ser escritor y una mujer arribista que irrumpe en su apartamento porque no tiene donde vivir. Luego de la manipulación mutua a través del sexo, la convivencia se va haciendo insoportable porque él revela sus carencias y ella demuestra verdaderamente quién es.

De forma apropiada, la dirección impone el ritmo escénico a través del desplazamiento constante de los actores. La escenografía diseñada por Valentina Herz es sencilla y está constituida por un sofá y un banco que adquieren diversas posiciones para reflejar los espacios del apartamento. La música de Mladen Horvat crea una atmósfera opresiva que va aumentando a medida que se desarrolla el conflicto.

El trabajo actoral es cabal. Mientras Mayte Parias como Dalia va aumentando de intensidad y los gestos acompañan sus intenciones, Raúl Hernández como Raúl va degradándose cada vez más sin perder los matices necesarios.

Nueve huecos son las cavidades del ser humano, un ser que pierde su humanidad en una sociedad donde nos destruimos unos a otros.

Funciones: 17 de Julio de 2011, ambas obras

Cuentística Williams

En el Espacio Plural del Trasnocho Cultural continúa la celebración del centenario del nacimiento del dramaturgo norteamericano Tennessee Williams con la presentación por parte del Teatro del Contrajuego de tres espectáculos basados en sus cuentos. Hasta ahora, han presentado: Mujeres poseídas y Tenn/Tom, dirigidos por Ricardo Nortier y Juan José Martín, respectivamente.

Para la puesta en escena de estos trabajos, la representación de una obra narrativa conllevó complicaciones. Ambos directores tomaron la decisión de honrar la forma de contar de Williams sin realizar una adaptación que elimine la fuerza de las imágenes que se describen. Por eso, cada cuento es narrado más que representado hasta lograr un trabajo dentro de los límites de lo teatral.

En Mujeres poseídas se escenificaron los relatos: "Una manzana regalada", "El reino de la tierra" y "El inventario de Fontana Bella". Éstos tienen en común la presencia de unos personajes femeninos muy particulares, algo típico en la dramaturgia de Williams. Nortier crea una velada nocturna a cuatro voces donde los actores, ataviados con una apropiada apariencia de cabaret, narran historias de amor y sexo, mientras un pianista complementa la atmósfera con sus interpretaciones. En el trabajo actoral, resaltan las interpretaciones de Carmen La Roche y Haydeé Faverola donde la veracidad vocal y corporal están presentes. Por su parte, Nathalie Cortéz se percibe atinada en sus gestos e intenciones y Elvis Chaveinte se muestra pertinente, si bien debe romper con la forma pausada y naturalista que repite en otras actuaciones.

Tenn/Tom estuvo conformado por fragmentos de las memorias del autor y las narraciones: "Grand", "Retrato de una chica de cristal" y "Hombre traer esto carretera arriba". De contenido autobiográfico, la correspondencia entre lo que cuenta el personaje Tom y la vida del escritor: Tenn (de ahí el nombre del espectáculo) es comprendida solamnente si se es conocedor de su trayectoria. Martín propone una puesta en escena equilibrada y convencional que revela la teatralidad, donde el público puede observar el cambio y distribución de los elementos escénicos, el cambio de vestuario y la entrada y salida de personajes. En las actuaciones, se destaca la franqueza y manejo corporal de Gabriel Agüero, secundado por los adecuados trabajos de Aura Rivas y Julio Bouley, aunque sin la veracidad orgánica del primero. Por otro lado, Ana Melo se muestra más comedida en su interpretación sin aprovechar al máximo el personaje del segundo cuento.

En definitiva, dos trabajos disímiles para honrar con propiedad a este reconocido escritor.

Funciones: 26 de junio y 9 de Julio de 2011, respectivamente

Costumbrismo teatral venezolano

En el Teatro Luis Peraza, el Taller Experimental del Teatro presenta El rompimiento de Rafael Guinand, dirigido por Guillermo Díaz Yuma. Con el reto de montar una pieza representada en muchas ocasiones por otros grupos, la agrupación asume este “Sainete” (obra corta de carácter costumbrista y de corte humorístico) que presenta el peso de las tradiciones familiares, la irrupción de lo moderno, la deshonestidad y el chisme entre personajes populares.

La dirección propone una estética realista acorde con espíritu del texto. La puesta en escena busca el equilibrio en la distribución y el desplazamiento escénico de los actores, aunque es necesario cuidar la correspondencia entre las entradas y salidas de los personajes porque algunos salen por un lado y entran por otro sin razón alguna. La estética propuesta se apoya en los apropiados diseños de escenografía de Manuel Chourio y de vestuario de Omar Borges que ubican la acción en la época de la llamada “Caracas de antier” donde los colores pasteles y de tonalidad terrosa destacan visualmente.

Las actuaciones son la mayor virtud del montaje debido a la buena energía que maneja el elenco. La interpretación parece partir de la expresión corporal para crear el personaje, si bien no deja de lado la presencia de lo coloquial en la forma del hablar como parte esencial del texto. Mónica Quintero como Ramona y Yazel Parra como Tomasita se perciben pertinentes en sus trabajos, pero deben estar atentas a moderar la rapidez de la articulación vocal para que cada palabra tenga su matiz. Entre tanto, Louani Rivero maneja una eficiente corporalidad y gestualidad facial en su composición de Catalina Mijares.

Por su parte, el desempeño del elenco masculino es más uniforme. Carlos Sánchez Torrealba como Hilario hace gala de una integración vocal y corporal con la que aprovecha la actitud del personaje. Además, juega al desequilibrio y a la demostración de cada acción con un gesto para alcanzar satisfactorios niveles de hilaridad en la audiencia. Alí Rondón como Esparragosa propone un manejo contenido de la voz, sin dejar de lado los matices, y equilibra el uso de la expresividad corporal para reflejar la deshonestidad y las verdaderas intenciones del personaje en los momentos que lo requieren. Por último, Héctor Castro realiza una interpretación cabal de Braulio al emplear una simpleza de gestos.

Es de hacer notar que el Taller Experimental del Teatro parece haber entrado en una nueva etapa debido a que sus últimos dos trabajos surgen a partir de textos de dos autores venezolanos, uno costumbrista y otro contemporáneo, algo particular en su trayectoria.

Función: 3 de Julio de 2011

Interclubes para el teatro (II)

Culminó el XIX Festival de Teatro Interclubes, organizado por el Centro Italo Venezolano de Caracas. Dentro de las agrupaciones participantes, sobresalió el grupo Histrionis del Centro Social Italo Venezolano de Valencia que presentó De drama a la carcajada, el mejor espectáculo del encuentro, conformado por los textos: El Cristo de las violetas de Andrés Eloy Blanco y Las Muñoz Marín van de compras de Aquiles Nazoa. Con dirección de Eduardo Sanoja, este trabajo fue el más honesto del festival porque logró la atmósfera necesaria en la primera obra y mostró una hilarante versión de la segunda. Se destacaron las actuaciones de Susana Kleczynski, Estefania Bracaglia y Jessica Meléndez.

El grupo Scenic del Centro Catalán realizó el montaje de Fuga de Jordi Galcerán con una encomiable dirección actoral de Eduardo Gulino. El ritmo de la comedia se hizo presente en un texto que plantea que los líderes políticos son tan estafadores como el pueblo y donde Arturo Rodríguez se lució como el ex ministro Isidro Galí. Con una acertada musicalización, la dirección de arte fue su punto débil.

Por otro lado, Los Comediantes del Club Puerto Azul llevaron a escena una irregular versión de La rosa tatuada de Tennessee Williams con dirección de Daniel Uribe y el grupo Jeff Levy Caracas Play House exhibió Guantánamo de V. Brittain y G. Slovo con plausible puesta en escena de Vladimir Vera y simbólica escenografía de Carlos Pollack.

Entre otros grupos, se encuentra El Nuevo Grupo del C.S.C.D Hebraica que realizó un trabajo convencional de Un espíritu burlón de Noel Coward, Teatlantes del Hogar Canario Venezolano que escenificó Titania, reina mía de Orlando Alonso, una innecesaria versión de un clásico de Shakespeare con buenas actuaciones, y el Teatro Ensayo de La Lagunita Country Club que presentó El caso de la mujer asesinadita de Miguel Mihura con una buena dirección de un texto envejecido.
Por su parte, las agrupaciones Lusoescena del Centro Portugués, Trampallan de la Hermandad Gallega, Aequilibrium del Club Santa Paula y el colectivo de la Casa Italia de Maracay presentaron los trabajos más débiles y estéticamente peor resueltos del festival. Es importante que sus directores replanteen la línea de trabajo en beneficio de sus actores y para que los miembros de sus clubes asistan a ver buen teatro.

Como festival de carácter competitivo, el Interclubes despierta pasiones en los integrantes de los grupos que buscan reconocimiento. Si esto se convierte en la única razón para participar en él, se desvirtúa su sentido: compartir e integrar una vez al año, a través del teatro, a los clubes del país.

Funciones: 11, 12, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 22 y 23 de Junio de 2011