Dos obras infantiles de gran diversión

¡A jugar ajedrez! La Sala Anna Julia Rojas del Ateneo de Caracas se convierte en un gran tablero de ajedrez para resolver las ocurrentes controversias entre dos hermanos príncipes de un reino y lograr la fraternidad familiar. Ajedrez... un cuento infantil, obra infantil del grupo Teatro Forte, está basada en una historia de Armando Astudillo y Raquel Dugarte con la acertada versión para teatro de Fedora Freites. Centra su acción y personajes en el llamado juego ciencia logrando divertir a pequeños y grandes con una puesta en escena movida, que atrapa desde el principio debido a su música con reminiscencias árabes, sencillas coreografías, apropiado vestuario y funcional propuesta escenográfica. Un gran equipo comandado por el director Vladimir Vera y la productora artística Gladys Prince junto a la productora general y diseñadora de vestuario Ghislaine Latorraca, posibilitan que en el escenario se aprecie un digno trabajo para niños que agrada por el compromiso de las actuaciones. El equipo actoral complace, en especial por el sólido Vicente Peña, la correcta Michelle Ruth, la entrega y autenticidad de Giovanny García y Walter Serrano, la convicción de Carlos Alberto Sánchez y Patricia Fusco, la pertinencia de María Fernanda Parra; además del ingenio de Frank Wiese y Guillermo Londoño. Aunque en la función hubo ciertos problemas de iluminación y del ritmo de la pieza, en particular en la escena en que el ajedrez es el protagonista, saliendo de la sala un niño me preguntó: ¿Usted vio la obra? Yo respondí afirmativamente y él agregó: ¡Me gustó mucho! Con esta respuesta no hay nada más que comentar.
Función: 15 de Septiembre de 2007
Una noche veraniega para la magia: El grupo teatral Skena está presentando en el Teatro Trasnocho su versión infantil del clásico de William Shakespeare: Sueño de una noche de Verano. Dos parejas de enamorados, cuatro actores poco brillantes pero muy graciosos y el reino de los duendes y hadas se cruzan en un bosque, durante una noche extraordinaria en la que se suceden hilarantes situaciones. Basilio Álvarez realiza una entretenida versión en verso de la obra, reflejando la forma en que fue escrita en su inglés original y también la dirige demostrando nuevamente su talento para el teatro infantil. La puesta en escena se adecua a la perfección con la trama, debido al entusiasta movimiento escénico, la sencilla pero simbólica escenografía, sobresaliendo el espectacular diseño de vestuario y peluquería de Juan Carlos Padrino. Lo anterior se complementa con la música creada por Luis Valbuena que además es interpretada en vivo para deleite del público. El trabajo actoral está nivelado, destacando Oberón, el rey de los duendes y Titania, la reina de las hadas representados por Armando Cabrera y Verónica Salerno, respectivamente; los habilidosos cómicos: Juan Carlos Ogando, Miguel Perea, Alexander Solórzano y Gerardo Bombín; junto a la ingeniosa caracterización del duende Puck hecha por Verónica Osorio. Si bien los enamorados entre el público y el reino de los duendes y hadas al frente de la presentación final de los cómicos rompe con la simbología de la propuesta escénica, Skena vuelve a traer un esmerado trabajo que el público agradece a los actores al felicitarlos en el lobby del teatro.
Función: 16 de Septiembre de 2007

La Duda

En la Sala de Teatro 2 de la Casa Rómulo Gallegos se está llevando a escena la obra La Duda, ganadora del premio Pulitzer 2005, del escritor norteamericano John Patrick Shanley. El argumento de esta pieza trata el delicado tema de la pedofilia dentro de la Iglesia al presentar las sospechas que posee una Madre Superiora, directora de un colegio, sobre la cercana relación existente entre un niño de clase baja y un Sacerdote que se desempeña como docente. La Madre Superiora encarga a la hermana que ejerce de maestra en la clase donde se encuentra el niño confirmar las suposiciones, pero la madre de éste acude a una reunión que cambia la perspectiva de los acontecimientos y agudiza el conflicto.
Elba Escobar, como la Madre Superiora Eloisa, concluye con este montaje la celebración de sus 30 años de vida artística. Su interpretación de una monja retrograda y rígida, es sobria y ajustada al principio; pero se desdibuja al avanzar la pieza con momentos de imprecisión en el decir del texto y en la veracidad escénica, como se pudo observar en la función a la que se asistió. Luigi Sciamanna representa admirable e impecablemente al Padre Luis, el Sacerdote sospechoso, demostrando su extraordinaria capacidad interpretativa. Mariaca Semprun cumple a cabalidad su rol de la maestra del niño, mientras Beatriz Vásquez se compromete profundamente en su actuación especial; la veracidad, entrega y emoción con la que se mete en la piel de la madre del niño conmueven al público asistente.
La puesta en escena de la pieza es sencilla, en especial al sugerir con varios elementos escenográficos tres ambientes distintos, apoyándose en la proyección de imágenes en una pantalla. Estos elementos se acompañan de un vestuario realista que identifica a cada uno de los personajes cumpliendo su misión, sin embargo la música que muchas veces trata de acompañar a los actores durante sus diálogos, no realiza ningún aporte. La directora, Matilda Corral, basa su trabajo en lograr la interrelación que se da entre los personajes en cada una de las escenas, esto se debe a que lo exige la importancia que tiene un texto bien estructurado y apoyado por su versión. Mueve a los actores por el espacio escénico solo lo necesario, aunque la interacción cara a cara que se da entre ellos en algunos momentos, los obliga a que miren hacia atrás, haciendo que el público se pierda sus expresiones y reacciones, esto es un error porque está a favor de una estética que busca el realismo, algo que no se plantea desde el principio en la representación sobre todo por la propuesta simbolista de la escenografía. Por otro lado, la versión de la pieza trata de acercar a través de ciertas referencias al público venezolano con la historia, se ubica la acción en un colegio privado del Este de Caracas y se cambia la raza negra del niño (algo que tiene más significado en la sociedad norteamericana) por la alusión a un niño de clase baja; no hay duda que la versión es una propuesta acertada para la producción.
Al finalizar, la duda se impone sobre la aparente búsqueda de la verdad. Los seres humanos siempre estamos buscando la verdad, en todas las ciencias se busca la verdad o una parte de ella con la intención de entender o veces dominar la naturaleza y a los mismos seres humanos; sin embargo, la duda es tan indispensable y muchas veces tan contundente como la verdad.
Función: 7 de Septiembre de 2007