Comprometidos con el teatro (y II)

La VIII Muestra Internacional de Teatro y Títeres en las comunidades de Caracas culminó con su variedad de presentaciones en las parroquias caraqueñas y la presencia de grupos nacionales y extranjeros.
La Compañía Regional de Teatro de Portuguesa presentó el monólogo Amalivaca, historia del sacerdote jesuita Felipe Salvatore Gilij versionada por Tomás Jurado Sabala. La puesta en escena recrea el relato de la leyenda de creación de “Los tamanacos” a través del uso de pequeñas figuras y objetos que bajan, aparecen en el suelo o son manipulados por una actriz. La interpretación de Edilsa Montilla ofrece la fuerza y el ritmo necesario para mantener el interés de la audiencia dentro de una ambientación que refleja la iconografía de estos indígenas, junto a un vestuario que se muestra acorde con lo anterior. Un articulado trabajo dirigido por Carlos Arroyo.
Desde México, la Compañía Teatral Creativa Autónoma trajo Hipótesis del sueño, adaptación del cuento “El fusilado” de José Vasconcelos; pieza escrita, actuada y dirigida por Marcos Pérez. Un director decide cambiar completamente su montaje porque piensa que debe realizarlo cómo lo soñó la noche anterior, posteriormente él mismo representa la historia de un soldado antes de morir. La dramaturgia se queda un poco en la narración por encima de la acción teatral, aunque la actuación maneja con propiedad el ritmo, intensidad y organicidad.
La Negra María Teatro de Chile presentó Historias minúsculas de la tierra, el cielo y el mar, inspirada en los cuentos de María José Ferrada. Un pez con luz propia en las profundidades del mar, varios objetos que cobran vida por el viento y una planta carnívora que se rebela en contra de su dueño son tres historias en las que una escritora es inmersa. Este espectáculo de teatro negro deslumbró por la sencillez del argumento, la calidad estética y el apropiado manejo de los recursos de esta forma teatral, lo que hizo que adultos y niños se conectaran totalmente.
La agrupación dancística CIANE, dirigida por Soraya Orta, sorprendió con su propuesta de “danza de altura” denominada Sueños trotantes. En ella, los intérpretes emplearon cargadas y se valieron de zancos tradicionales, junto a otros especiales por su capacidad de rebote, para ofrecer un trabajo donde la técnica de lo coreográfico se vinculó cabalmente con el contenido poético que evocan.
El grupo Oncativo de Argentina llevó a escena Por los peces y por los panes, en el que representan la historia real de dos monjas perseguidas, torturadas y desaparecidas durante la dictadura. La dirección de Mario Arietto propone al movimiento como punto de partida con pequeñas escenas en que el texto es el protagonista. La vinculación con la danza – teatro es evidente, si bien el trabajo corporal y coreográfico se percibe mejor logrado que la interpretación en las escenas.
Con Alberto Ravara a la cabeza, esta muestra contó con un equipo de jóvenes colaboradores que demostraron su compromiso con el medio teatral debido a que facilitan el trabajo a todos los grupos invitados. Además, la muestra amplía la oferta al público y acerca a los habitantes de las parroquias a las diversas manifestaciones del teatro.
Funciones: 11, 13, 16 y 17 de Octubre de 2009

Comprometidos con el teatro (I)

Desde la semana pasada se ha venido desarrollando la VIII Muestra Internacional de Teatro y Títeres en las comunidades de Caracas, organizada por IIAVE – Instituto de Investigaciones para el Desarrollo del Arte en Venezuela. Con entrada libre, las salas del grupo Altosf, Casa del Artista, Celarg, Teatro San Martín y Unearte han cedido algunos de sus espacios para las presentaciones, junto a un importante acercamiento a las parroquias capitalinas.

Guarro Teatro inauguró la muestra con El amante del inglés Harold Pinter, dirigida por Francisco Díaz. Un matrimonio plantea un juego psicológico en torno a la figura del amante de la esposa, lo que parece ser la única manera de mantener la relación. Estéticamente, la escenografía se percibe ajustada, lo que facilita el desplazamiento escénico, pero el vestuario rompe con esto. Además, no se logra la finalidad de la progresión dramática por el ritmo cambiante y las actuaciones superficiales.

La agrupación Aplaudid llevó a escena El mundo me queda pequeño de Bruno Mateo, dirigida por Carlos del Castillo. Una actriz en decadencia es acosada por la muerte, esto le hace recordar los errores de su vida y dialoga con ella para convencerla que no debe morir todavía. Con un texto débil por la forma en que no resuelve la situación dramática, la dirección propone diversas acciones que justifiquen la conducta del personaje y coloca en escena a una muerte seductora con gesticulaciones reiterativas. María Elena Duque como Lola se percibe externa al principio, pero luego se conecta completamente, mientras que Dayana López le da una imponente presencia a La Muerte.

El grupo Prometeo representó la versión del cubano Héctor Quintero de Los cuentos del Decamerón, original de Boccaccio, dirigida por Noel de La Cruz. En ella, varios personajes deciden irse de Florencia para escapar de la peste y refugiarse en una villa donde cuentan historias para pasar el tiempo. El montaje es un trabajo honesto por parte de un grupo de participantes de un taller de formación teatral. A través del desparpajo y la irreverencia logran la risa del público, aunque deben ser más rigurosos en la dicción, proyección de voz, expresión corporal y composición del personaje, con algunas excepciones, si su interés es dedicarse al teatro profesionalmente.

El Teatro Estable de Villa de Cura presentó Por el norte con el mar de las Antillas, escrita y dirigida por Orlando Ascanio. Una familia se confiesa frente al público, habla de su vida y de recuerdos con varias referencias históricas de Venezuela. Con una puesta en escena limpia y equilibrada, la dramaturgia no conecta realmente los relatos de cada rol con algunos textos más poéticos que teatrales, si bien las interpretaciones de Larry Castellanos y Luis Enrique Torres poseen la veracidad e intensidad necesaria frente a la exteriorización del resto del elenco.

En el teatro de títeres, los colectivos Babalawos de Perú, el Teatro Nacional de guiñol de Cuba y Don Quijote del Estado Barinas hicieron lo suyo para divertir a adultos y, especialmente, a niños y niñas con la técnica depurada del primero, la sencillez del segundo y la visión estética del tercero.

El compromiso de los organizadores y la receptividad del público han permitido que la muestra continúe.

Funciones: 5, 6, 7, 8, 9 y 10 de Octubre de 2009

Una mujer en una época

En el Teatro Trasnocho se presentó la agrupación Water People con La peor de todas de Iraida Tapias, dirigida por Juan José Martin. La pieza trata de varios momentos de la vida de Sor Juana Inés de la Cruz, poetisa mexicana que vivió a finales del siglo XVII, considerada como una mujer adelantada para su época. Este extracto de la vida de un personaje real toma como conflicto la creciente incomodidad que ella producía a la iglesia católica por la manera en que interpretaba la biblia, en que opinaba sobre los sermones de otros y en que escribía sus creaciones en diversos géneros literarios. De ahí, que se critique la amistad entre ella y la Virreina María Luisa, relación que pasa de la solidaridad y admiración al amor sugerido entre dos seres del mismo sexo, y se muestre la forma en que el Padre Núñez de Miranda, su confesor, debe lidiar con ella. Con un adecuado manejo de la dramaturgia, la premisa de que viejos paradigmas se imponen por encima de cualquiera que intente romper con ellos se transmite claramente.

La puesta en escena aprovecha la escenografía diseñada por el mismo director en la que Sor Juana se encuentra encerrada en una especie de claustro, construido de madera, por el que se asoma al mundo y desde donde escribe lo que resulta molesto a la iglesia. En este lugar solo interactúan la protagonista y la Virreina, mientras que afuera encontramos a su confesor y al Arzobispo de México. Estos últimos se desplazan alrededor y hasta emplean la parte superior de la gran caja de madera como símbolo del poder que pretende denigrar a una mujer que libera su alma a través de la escritura. El empleo de elementos anacrónicos brinda un aire de contemporaneidad a la estética como una caja de cartón para recoger las creaciones de Sor Juana o micrófonos que permiten dar un tono apacible a la actuación. Asimismo, el diseño lumínico crea las atmósferas que resalta cada escena, en especial durante el efecto de lluvia final que acentúa la emoción de la protagonista.

El diseño de vestuario de Raquel Ríos delinea con certeza a cada personaje, apoyado en el anacronismo de la puesta. Por ejemplo, viste a la Virreina con pantalones y blusas con cierto estilo antiguo, salvo el imponente traje de época que simboliza su estancia en España. Por otro lado, los dos religiosos llevan trajes con varios elementos que destacan su labor y estatus como las estampas de santos para el Padre y un incensario para el Arzobispo. Solo la protagonista lleva el hábito que la caracteriza y, debajo de él, la bata que emplea en la escena culminante.

El trabajo actoral se percibe equilibrado. Rebeca Alemán como Sor Juana demuestra una fuerza contenida en lo vocal y corporal, por la represión que interna y externamente se le impone, y que libera al final, logrando una ajustada composición del personaje. Andreína Blanco como la Virreina y Gerardo Soto como el Padre Nuñez crean con veracidad sus personajes apoyados en las intenciones. Giovanni Reali ofrece una encomiable interpretación en la que la sutilidad de los matices vocales y de los gestos refleja el poder que posee como el Arzobispo de México.

En definitiva, una propuesta que acopla todos los elementos para exhibir, hasta ahora, el mejor trabajo de este grupo.

Función: 27 de Agosto de 2009