La escena teatral 2014 (y II): La dramaturgia

¿Qué hace que una agrupación escoja un texto dramático? Hay muchas variables, en especial si lo que se busca es el éxito. He aquí una reseña de la dramaturgia en 2014.
Como destaqué anteriormente, el experimento de “Microteatro” fue exitoso y se convirtió en un estímulo para los dramaturgos nacionales. Este es la única mención que haré del teatro llamado por algunos “comercial” porque otros grupos escogen piezas que aburren por su simpleza aunque su intención sea entretener para olvidar la realidad del país. Al contrario de esto, se presentó Necro-lógica de Nathalia Paolini que reflejó la realidad venezolana con humor negro,  ¿Tequila o ron? de Gennys Pérez que trató tema de la emigración y Te dejo la corona de Karin Valecillos sobre la falta de oportunidades en la juventud actual.  Con otro tono, se exhibió Semáforo de Ricardo Nortier para plantear una metáfora de la sociedad actual al igual que otros montajes escenificados en “La caja de fósforos”. Este espacio abarcó una buena cantidad de la mejor dramaturgia del año pasado: Niños lindos de Fernando Azpúrua (Ganadora del Premio Isaac Chrocrón), Hay que matarlos a todos de Haydeé Faverola, Eva Perón de Copi, Díptico Maeterlink: Interior y La Intrusa, y la segunda edición de “El piquete” que presentó 9 piezas de autores nacionales. Sin embargo, el evento más destacado fue el Festival de Teatro Contemporáneo Estadounidense en el que se pudo apreciar una buena selección de obras.
Otros escritores venezolanos de importancia volvieron a escena como Isaac Chocrón con Los navegaos, La máxima felicidad y Asia y el lejano oriente, Rodolfo Santana con Nunca entregues tu corazón a una muñeca sueca, José Ignacio Cabrujas con El americano ilustrado de, Román Chalbaud con Bingo y Gustavo Ott con Dos amores y un bicho. Además, se presentaron 400 sacos de arena de Luigi Sciamanna, Compadres de Javier Vidal, Bolívar coronado de Lupe Gherenbeck,  Rumberas de José Simón Escalona y las adaptaciones de Sangre, en el diván, a partir de libro de Ibéyise Pacheco y Memoria del silencio, versión de Virginia Aponte sobre el libro de Uva de Aragón. La dramaturgia novel estuvo presente con Lado D de Youssef Abrache, Las lágrimas se secan solas de Alexis Márquez y Callejera  de Luis Vicente González.
De la dramaturgia extranjera, destaco: Otelo, Las mujeres sabias, Aeroplanos, A puerta cerrada, Frida Khalo: viva la vida, Fresa y chocolate, Contra la democracia, Vestuario de Hombres, En la soledad de los campos de algodón, Crimen y castigo, Ha llegado un inspector, Perdidos en un noche sucia, Madame de Sade y La casa de Bernarda Alba.
Ya veré la selección de este año.

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