Teorizar sobre el amor con Shakespeare como pretexto

Con el nombre de Historia de amor de Romeo y Julieta, se pudo disfrutar en Caracas de la adaptación que hizo la compañía francesa Philippe Car Agence de Voyages Imaginaries del clásico de William Shakespeare y que se presentó en el Teatro de la Asociación Cultural Humboldt en San Bernardino. Un payaso de vestimenta negra y cara blanca llamado Seraphin teoriza sobre el amor, al mismo tiempo que relata varias escenas de la obra original e interpreta cada uno de los personajes. Otros dos payasos lo acompañan como músicos y manipuladores de objetos para que el público se deleite con el tono de comedia que dan a la historia de los amantes de Verona. La adaptación de Philippe Car mantiene el desarrollo de la pieza al escoger escenas representativas que permiten tener un panorama general del argumento además de incluir, entre cada relato hecho por Seraphin, varios textos que se refieren al amor y las relaciones de pareja, junto a pequeñas interacciones con el público que permiten conectarlo con el espectáculo. Esta conexión comienza desde el momento en que Seraphin empieza a contar y luego aparece al salir de una gran caja metálica plateada, centro del escenario y de toda la acción teatral, al mismo tiempo que nos explica que se encontraba metido en ella y que tiene miedo porque es la primera vez que narra todo en español. De esta manera, en un español afrancesado transcurre todo el montaje con el excelente trabajo interpretativo de Valérie Bournet como Seraphin, que además de sortear las barreras idiomáticas, demuestra una impresionante capacidad expresiva, inseparable de su vis cómica, debido a que asume todos los personajes de la versión (una decena aproximadamente), diferenciándolos vocal y corporalmente. El energético Benvolio, el grotesco Señor Capuleto, la vanidosa Señora Capuleto, la envejecida Nodriza y por supuesto, la enamoradiza Julieta y el apasionado Romeo son los personajes mejor logrados por esta actriz al darle a cada uno los caracteres con que los describo. La dirección del mismo Car es un deleite de creatividad porque emplea instrumentos musicales, paraguas, muñecos y una pantalla blanca para teatro de sombras para desarrollar la acción, con todos estos objetos y la caja metálica va recreando cada escena en la que los instrumentos de viento sirven de sombrero, espada y cigarro; una pequeña muñeca es Julieta en un balcón de paraguas; la caja es el muro del balcón, bañera del señor Capuleto, ventana para Romeo, la tumba donde se encuentran los amantes durante el desenlace y en el que un gran muñeco es alternativamente Julieta y Romeo según ocurre la escena. Todo el escenario está cubierto de una alfombra al estilo circense con luces de colores que rodean sus bordes, de ahí que el trabajo de los payasos sea un híbrido de diferentes tendencias en el uso de la expresión corporal o teatro gestual como es presentado el espectáculo y se acompañen con la iluminación que ellos mismos manipulan para crear las atmósferas de la pieza. Vicent Regout y Laurence Bournet complementan la labor de Valérie, mientras tocan música y apoyan con acciones e intervenciones durante la historia. En definitiva, una acertada versión enmarcada dentro un gran trabajo creativo.
Función: 17 de Mayo de 2008

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