El Teatro del Duende con el apoyo de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) presentaron en la Sala Experimental del CELARG un espectáculo muy particular denominado Encuentro con Francis Rueda, en el que esta destacada actriz venezolana se pasea por su trayectoria teatral con algunos de los diversos personajes que ha interpretado. Como un ejercicio didáctico que habla del oficio del actor y la forma de asumir la creación de personajes, Rueda reflexiona sobre su profesión y va interpretado pequeños textos de ocho personajes de igual número de espectáculos de todos los que ha asumido a lo largo de su vida. El fatídico destino de Lucrecia de la obra homónima escrita por Gilberto Pinto, la prostituta Greta Garbo de Oficina Nº 1 de Miguel Otero Silva, la fuerza de Laurencia de Fuenteovejuna de Lope de Vega, la inocente picardía de Ramona de El rompimiento de Rafael Guinand, el ímpetu de Medea de la versión de las piezas del mismo nombre de Anouilh y Eurípides, la divertida canción de Clitemnestra de La cátedra del humor compuesta por Carlos Moréan, el patético y sentimental Clov de Final de partida de Beckett y la malhablada Brusca de Lo que dejó la tempestad de César Rengifo se nos aparecen por momentos en la interpretación de Rueda con su voz y cuerpo prestados a estos fantasmas que adquieren vida gracias a ella. Los escasos minutos en que se aparecen los personajes dejan al público con ganas de más, mientras la actriz vuelve a nosotros para hablar del trabajo de ser otro. Este encuentro es dirigido por Gilberto Pinto quien guía sabiamente a la actriz entre el hecho de revelarse en su profesión y de asumir diversos roles sobre el escenario. Con una puesta en escena sencilla donde un baúl en el centro al escenario, alrededor del cual se desarrolla la acción, sirve de elemento escenográfico y se convierte en mesa, silla, cama y dentro de él van apareciendo vestuarios, pelucas, zapatos que aprovecha la actriz como estímulos para concentrarse y presentarle a público los ocho personajes. Cada vestuario sugiere de lleno la manera e intención de cada personalidad que debe asumir y Francis Rueda se vale de ellos, de su capacidad interpretativa y de su experiencia en los escenarios para diferenciar cada una, descubriendo detrás de ésta la necesidad de vivir otra vidas, sentir otras emociones como ella dice y que son dos de las causas que impulsan a dedicarse a la actuación. La sencilla producción del Teatro del Duende, uno de los grupos más antiguos de la escena venezolana, cuenta con la sugestiva iluminación de David Blanco para crear los distintos ambientes de cada personaje asumido. Por otro lado la CNT ha dado su apoyo para esta pequeña temporada en reconocimiento a quien durante diez años trabajó en sus filas cuando se creó la misma. Es importante destacar que la Sala Experimental no ha sido un lugar idóneo para presentar este montaje porque se queda corta en su capacidad (aunado a la gratuidad del acceso) y porque aquellos que nos sentamos en la última fila no disfrutamos a cabalidad de todos los personajes, en especial cuando fue necesario que se empleara el piso como parte de la interpretación. La profesión de una actriz se manifestó dando vida a varios fantasmas con el propósito de ser otra.
Función: 12 de Enero de 2008.
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