En la sala de teatro 1 del CELARG (Casa Rómulo Gallegos) en Altamira vuelve a escena el montaje de La quinta Dayana, ganador del Premio municipal de Teatro 2007 en dramaturgia, actriz principal y actriz de reparto. Esta pieza magníficamente escrita por Elio Palencia tiene por argumento la historia de Dayana, una venezolana transgénero residente en Canadá que junto a una amiga canadiense regresa al país para visitar la casa que compró para su familia, justo antes de someterse a la operación que la convertirá por completo en mujer. Aunque la trama despierta el interés por la condición emocional y sexual de Dayana, ésta se centra más en las relaciones familiares y no en la aceptación de ella que ya parece resignación, en especial por parte de la madre, además de la imposibilidad que muchas veces los venezolanos tienen de forjarse un futuro en el país sino son capaces de dejar de lado la desidia, el oportunismo, el egoísmo y el vivir al día sin pensar en su porvenir. La familia de Dayana tendrá que terminar de pagar la quinta que ella compró para su abuela, a quien llama maíta, debido a que va a costearse la operación que ha esperado desde hace años. En la quinta viven su mamá, su hermano y otros miembros que en vez de aportar para el beneficio de todos, crean problemas y son incapaces de salir de su holgazanería, lo que ocasiona el conflicto porque ella es juzgada aun cuando ha pagado las cuotas durante quince años. El texto de Palencia va de la comedia al drama por las situaciones que se suceden entre los personajes, destacando las escenas donde se usa el verso como medio de expresión que distancia al espectador de la pieza, lo que sirve para apreciar a aquellas que siguen de manera crítica y le da sentido a la lograda propuesta coral de los otros miembros familiares. Igualmente resalta la escena de discusión entre madre e hija por la contundencia de lo que se dice y el final que quizás confirma lo que el espectador pensó que ocurriría y que cierra la obra como un triunfo del esfuerzo y la consumación de los sueños. Elaiza Gil asume a Dayana con propiedad, justeza y sin distanciarse de su proposición vocal y corporal para el personaje, lo que le llevó a adjudicarse el premio antes nombrado. Francis Romero, también galardonada, demuestra su capacidad histriónica por el compromiso, fuerza y sinceridad con las que interpreta a la mamá de Dayana. Marisol Matheus como Maíta se presenta conmovedora y Mabe Hernandez como la amiga Katherine, pertinente. Henry Soto representa a Rey y Moche, hermano y primo respectivamente, logrando diferenciar a ambos. Las correctas caracterizaciones del coro de familiares dan el toque de hilaridad al montaje. A la cabeza, el director Gerardo Blanco con una larga trayectoria en el grupo Bagazos, mueve a sus actores con habilidad y sentido en una puesta en escena que equilibra el escenario o que ubica a éstos en sitios que funcionan para que prevalezca el significado del texto teatral. Un sencilla y simbólica escenografía apoyada en el colorido vestuario permite a los actores realizar su trabajo, aunque el inicio de esta segunda temporada ha sido un poco débil en el ritmo y en el rigor del decir del texto, aspectos que seguro serán remediados durante las presentaciones.
Función: 27 de Enero de 2008.
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