Arabescos reales e imaginarios

Teatrex, Teatro piso 5 del Centro Comercial Paseo El Hatillo abrió sus puertas hace pocos meses para ofrecer diversos espectáculos en una sala bien acondicionada. La agrupación Teatro del Contrajuego inauguró el lugar con el montaje: La noche árabe del alemán Ronald Schimmelpfennig, dirigido por Orlando Arocha. La pieza presenta a cinco personajes que coinciden en un apartamento. López, el portero, trata de resolver los problemas de agua. Fátima, una mujer árabe, no comprende la perturbación de su compañera de apartamento. Franziska, dueña del inmueble, vive entre el sueño y la realidad. Kalil, novio de Fátima, llega de visita. Carpati, vecino de enfrente, se obsesiona por Franziska. Todos caen en un estado de trance en el que la realidad e imaginación se confunden.

La puesta en escena, apoyada en el diseño escenográfico, refleja la revelación de la teatralidad que está inmersa en el texto. Es evidente la entrada y desplazamiento de los actores a lo largo del escenario. La forma en que se trasladan de lado a lado simula el paso de un piso a otro. Un gran recipiente de metal se convierte en el ascensor que aprisiona a Kalil. Con dos carretillas se representan la bañera que usa Franziska y la arena del desierto que camina López. Se percibe cómo se llena de agua la carretilla para que ella se bañe y cómo la otra se voltea para llenar de arena el piso. Un sofá colgado con poleas es la cama donde duerme Franziska y es el balcón donde termina la botella que atrapa a Carpati. Éste se mantiene en el piso al principio, luego se sube. En una torre de madera se encuentran los interruptores y timbres de los cuartos a los que se hace referencia. Fátima los toca según se desarrolla la acción. Todas las acciones se ven, no se esconden al espectador, por eso se revela la teatralidad. Las actuaciones ofrecen en general intensidad, veracidad y organicidad en un elenco equilibrado con Ludwig Pineda como López, Carolina Torres como Fátima, Alexander Leterni como Carpati, Rafael Marrero como Kalil y Patricia Pacheco como Franziska.

La propuesta se mantiene durante la primera mitad por las interrelaciones que se establecen entre los personajes. Esto muestra la forma en que se suceden las relaciones humanas en la contemporaneidad. Luego de eso, las constantes referencias al mundo árabe que incluyen los recuerdos de Franziska en torno a la figura de un jeque, el viaje hacia el oasis de López, la sed de venganza de Fátima, el encarcelamiento de Carpati en una botella como si fuera un genio y la imposibilidad de escapar de una maldición de Kalil, pueden mantener el interés de un público conocedor, pero mayormente se desvinculan de éste por un fenómeno cultural.

¿Qué nos dice este texto a los venezolanos? Me encuentro en un terreno frágil acerca de lo oportuno que es llevarlo a escena en la Venezuela actual. Mi opinión es que no es pertinente porque todavía adolecemos en el país de una dramaturgia al día que muestre los problemas que nos agobian y porque la selección de piezas de autores extranjeros debe decirnos algo también. Hay excepciones en nuestro teatro actual, aunque no es constante la búsqueda de esa dramaturgia necesaria y lo demuestra esta agrupación que ha sido una de ellas en anteriores oportunidades.

Función: 5 de Julio de 2009

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