La locura que cambió el destino del país

En el Teatro Trasnocho, MJM Producciones presenta Diógenes y las camisas voladoras de Javier Vidal, con producción general de Margarita Lamas y dirección de Moisés Guevara.

La pieza recrea un momento crucial de la historia de Venezuela en el que Diógenes Escalante, candidato a la presidencia, muestra indicios de locura cuando cree que sus camisas salieron volando por la ventana. Esta situación cambió el futuro del país debido a que Escalante tenía el apoyo de todos los sectores del país en el año de 1945. Su renuncia a la candidatura fue algo inevitable y se convirtió en una de las causas de los dos golpes de Estado que se sucedieron en tres años, es decir, que por culpa de una enfermedad (en este caso mental) Venezuela se vio envuelta en la inestabilidad política.

El texto comienza con el momento de locura de Escalante para luego presentar los sucesos previos en los que su secretario privado y coleguita, un periodista que contrata como asesor, se convierten en los testigos e informantes de su estado mental. La progresión dramática se mantiene dentro de lo estándar, si bien algunas situaciones carecen de acción teatral como la discusión en torno a la gastronomía venezolana. Pese a esto, Vidal crea un texto reflexivo y bien estructurado.

La dirección mueve a los actores lo necesario para el desarrollo de las acciones y mantiene el estatismo en otros momentos. Destaca la forma en que se revela la teatralidad con el uso de un podio donde el secretario y coleguita ubican a la audiencia en la fecha de la acción e indican lo que sucederá, además de emplear dos sillones donde esperan para entrar a escena. La escenografía y el vestuario diseñados por Fernando Calzadilla se complementan al presentar una ambientación que refleja la habitación del hotel que se reconoce iconográficamente por una gran imagen del Ávila al fondo y varios trajes cuyos estilos muestran la época de la acción.

En las actuaciones, Javier Vidal ofrece una atinada interpretación como Diógenes Escalante. Equilibra apropiadamente el paso de la conciencia hasta la locura, aunque en los momentos de mayor fuerza pierde un poco el acento y los matices que emplea correctamente en las primeras escenas. José Miguel Dao como Ramón J. Velásquez “coleguita” maneja de forma encomiable lo vocal y lo corporal en su trabajo. Por su parte, Jan Vidal Restifo como Hugo Orozco, el secretario, tiene momentos de franqueza pero requiere más intensidad y veracidad para brindar las intenciones del personaje.

En definitiva, una bien lograda reflexión histórica de un personaje cuya locura cambió lo que, posiblemente, habría sido un mejor destino para el país.

Función: 21 de Agosto de 2011

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