Una poética de la desaparición

En la sala experimental del Celarg, la agrupación Scenik arte presenta Desaparecidos, basada en textos del poeta y dramaturgo español Federico García Lorca y del escritor uruguayo Carlos Liscano. La obra cuenta con producción ejecutiva de Mariana Calderón, dirección artística de Luis Villegas y dirección general de Daniel López.

Tres historias acerca de personas desaparecidas por causa de la guerra o de la dictadura son el punto de partida: el asesinato y desaparición de Federico García Lorca, el secuestro y tortura de dos jóvenes, María y Bernardo, y una madre que no sabe el destino de su hija desaparecida por más de 20 años.

El texto presenta las historias en paralelo a través de la descripción de los hechos que realizan los personajes, salvo García Lorca que dice partes de su creación poética. Está conformado por una serie de monólogos aislados que se presentan de manera fragmentada y se entrecruzan para brindar diversos puntos de vista de un mismo tema. Por estas razones, carece de la acción teatral que da el diálogo.

La dirección propone una estética simbolista con el uso de pocos elementos escenográficos y se concentra en resolver la acción teatral con la entrada, desplazamiento y salida de García Lorca y la Madre siempre en iguales términos. Las vivencias de María y Bernardo son aprovechadas para que los actores realicen las acciones de tortura durante la representación, lo que se convierte en la parte más contundente de todo el montaje. Es importante destacar el apropiado diseño de iluminación de David Blanco, la utilización de videos realizados por Lv diseños que apoyan el drama y sirven como contexto a cada personaje, y la coreografía de flamenco de Jhonn Molina que proporciona un enérgico final a la obra.

En las actuaciones, Mariana Calderón como María y Luis Villegas como Bernardo alcanzan la intensidad necesaria e intenciones para transmitir las atrocidades que se viven con la tortura de dos seres humanos. De igual forma, lo hace Flor Colmenares como la Madre, símbolo de todas aquellas mujeres que han sufrido por la desaparición de sus seres queridos en cualquier guerra o dictadura, y que conmueve a la audiencia por la manera en que asume su drama. Por su parte, Carlos Núñez como Federico García Lorca requiere mayor fuerza en cada una de sus intervenciones y ofrecer el matiz necesario en el contenido poético de su texto, aunque posee la imagen del personaje.

De la reflexión surgen preguntas como: ¿hasta cuándo la tortura, muerte y desaparición de seres humanos seguirán siendo atrocidades que se cometan en el mundo? ¿Cuándo los seres humanos se verán unos a otros como iguales?

Función: 29 de Abril de 2011

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