Un tranvía llamado Latinoamérica

En la celebración de los 100 años del nacimiento del escritor norteamericano Tennessee Williams que se realiza en el Trasnocho Cultural, Hebu Teatro presenta Un tranvía llamado deseo en el Espacio Plural, con producción ejecutiva de Diana Volpe, producción general de María Gabriela Díaz y dirección de Orlando Arocha.

Esta obra es un clásico dentro del teatro universal. Sin embargo, la historia de la perturbada Blanche Dubois que se va a vivir con su hermana Stella y su esposo Stanley es ubicada en un barrio latinoamericano para darle una dimensión mayor al entorno que rodea el argumento. Los vecinos adquieren gran importancia y se convierten en seres que se pueden encontrar en cualquier sector popular de este subcontinente, con énfasis en Venezuela. La música estridente, los ritmos de moda, el chisme, el sexo sin pudor, los celos, las peleas, los insultos y la lucha de clases se unen a los temas del autor. Esto alude a una crítica de esa manera de vivir y, aunque, los personajes se conmueven con el drama de Blanche ¿serán capaces de cambiar?

La propuesta de dirección vuelve a poner en la palestra la discusión entre el sentido de las obras consideradas como teatro clásico y su revisión. En este trabajo, Blanche mantiene su esencia, Stella es muy venezolana y Stanley es Brasilero; y sus escenas, en conjunto, no rompen con el contenido de la obra. Habría que ajustar otras, como la violación, para que el efecto sea mayor.

El dispositivo escenográfico realizado por Espacio Adentro resuelve los diferentes ambientes que requiere la trama, aunque su distribución no es la más idónea porque las condiciones de la sala no se prestan para ello. El vestuario de Raquel Ríos propone los códigos propios de la forma de vestir en los sectores populares, pero deja a Blanche de época como símbolo de que se quedó en el pasado.

En las actuaciones, Diana Volpe vuelve a demostrar su experiencia al emplear los gestos precisos y el equilibrio de las intenciones como Blanche. Ricardo Nortier ofrece un uso correcto de la fuerza trepidante y del machismo que representa Stanley. Resalto el trabajo de Rossana Hernández como Stella porque ofrece un buen manejo de una amplia gama de emociones. Por su parte, los demás actores realizan de forma eficaz su trabajo. Entre ellos se encuentran: Simona Chirinos, Djamil Jassir, Paul Gámez, Dallas Aguiar, Jesús Cova, Javier Figuera y Pablo Andrade.

Para los puristas del teatro, este montaje desvirtúa la intención de la obra, si bien su finalidad claramente transgresora abre el campo a nuevas lecturas de la obra de Williams y asume un riesgo que, desde mi punto de vista, debe aplaudirse.

Función: 15 de Mayo de 2011

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