Apreciaciones sobre una muestra nacional (I)

La Compañía Nacional de Teatro, acompañadas por las Compañías Nacionales de Danza y Música junto al Instituto de las Artes Escénicas y Musicales (IAEM), organiza la Primera Muestra Nacional de Artes Escénicas y Musicales que tiene como sede principal la Casa del Artista. Varias colectivos regionales que realizaron coproducciones con la compañía durante el año pasado se han venido presentando en las salas de la sede y otro espacios. El Teatro Negro de Barlovento, coproducción del Estado Miranda, presentó La Cantata del Rey Miguel de Tomás Jurado Zabala en la Plaza de Los Museos. A partir de la historia real de un esclavo negro que se rebela en contra de su condición social y crea un movimiento durante la época colonial venezolana, la agrupación crea un musical bajo la sólida dirección de puesta en escena realizada por Carlos Arroyo, acompañado de la dirección artística de Hirma Pacheco y la apropiada dirección musical de William Sánchez. Ellos facilitan la representación de un texto más narrativo que teatral con ritmos latinos y música de tambores que tiene como pilares la historia relatada por Juan Carlos Azuaje, la adecuada presencia de Ender Machado como Miguel y de cuatro talentosas cantantes. La sugerente escenografía y vestuario de Rafael Sequera, a pesar de algunas licencias en la vestimenta de Miguel y su esposa como reyes, junto al colorido juego lumínico de Alfredo Caldera permiten disfrutar de este espectáculo. El Teatro Nacional Juvenil Núcleo Valera, Estado Trujillo, llevó a escena Romance de lobos de Valle-Inclán. La dirección de Giusseppe Grasso crea una puesta en escena expresionista que destaca lo grotesco del estilo del escritor, apoyado en el maquillaje, la intensidad de la interpretación y la iluminación. La versión se sostiene debido a la imponente composición que hace Ciro Di Nucci de Don Juan Manuel Montenegro, un padre que debe lidiar con la avaricia de sus hijos luego del caos que desata la muerte de su esposa. También destacan Roberto Pinto, Francisco Rivera y Fernando Barrueta que manifiestan el carácter de cada uno de los hijos en la propuesta teatral hasta ahora se muestra más clara estéticamente. El Teatro Estable de Villa de Cura, Estado Aragua, realizó el montaje de Los invasores de Egon Wolff. El argumento trata de un grupo de extraños que irrumpe en la casa de una familia pudiente como parte de un levantamiento que pretende cambiar su condición de marginación. En este caso, se acorta el texto original y se propone una precisa puesta en escena en la que se comprende lo que simboliza que se ubique a la familia de clase alta hacia un lado y a los marginados hacia el otro. Orlando Ascanio, director del montaje, consigue articular al grupo de actores que forman parte del coro de invasores y crea momentos sin texto en donde carga de mayor simbolismo la acción para justificar que todo sea un sueño del protagonista. Resaltan los vestuarios y maquillaje de los invasores, en una escenografía funcional pero no acabada estéticamente, además de la actuación de Luis Enrique Torres que se muestra orgánico y claro en los matices de China, líder del grupo. Esta muestra continúa con la intención principal de presentar otros trabajos del interior del país.
Funciones: 6, 8 y 13 de Marzo de 2009

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