Ver o no Ver, he ahí la casualidad

En la Sala de Teatro del Trasnocho Cultural se presenta el montaje Cita a Ciegas del dramaturgo Argentino Mario Diament, producida por Cristina Neufeld y Marcos Purroy para el Centro de Directores para el Nuevo Teatro, dirigida por Daniel Uribe. Esta institución-agrupación teatral se ha dado a la tarea de llevar a escena textos bien escritos de diversos orígenes, mezclando actores formados en el teatro y otros dedicados a la televisión con la intención de ofrecer espectáculos de calidad y así lograr un respetable éxito en taquilla. En este caso presentan una pieza que relata la historia de un célebre escritor ciego, referencia casi explícita al argentino Jorge Luis Borges, que acostumbra sentarse en el banco de una plaza para reflexionar; en este sitio coincide con un hombre con el que habla sobre las casualidades y posibilidades de la vida, mientras éste relata su obsesión por una muchacha, al retirarse el hombre se presenta dicha muchacha, al parecer el mismo día, y también conversa con el escritor comentándole su vida y su desprecio por un hombre mayor que la sigue. En la escena siguiente, una mujer decepcionada de la vida que ha llevado, está en consulta con una psicóloga que trata de hacerle ver su realidad, poco a poco la mujer revela que es la madre de la muchacha, así como el hombre es el esposo de la psicóloga y al llegar éste decide acabar su matrimonio por la obsesión que tiene para salir en busca de la muchacha; hasta que al final cada decisión lleva a un destino, entre tanto el escritor y la mujer se encuentran en la plaza para confesar un amor ignorado que vuelve. Contado así, el argumento se cree simple, no obstante cada escena teje la trama con sutileza para demostrar que las casualidades existen y que la decisiones que tomemos, dentro de las múltiples posibilidades que ofrece la vida, conducen al ser humano a un destino. Diament, al igual que un narrador omnisciente, controla con hilos invisibles la historia, guiando la acción teatral como un pequeño cosmos donde los personajes entrecruzan, en un mismo tiempo, las vidas que desarrollan en paralelo, como Borges plantea en muchos de sus cuentos. En las actuaciones, Alejo Felipe compone estupendamente al Ciego y matiza con certeza cada palabra, demostrando su experiencia teatral. Gioia Lombardini se apropia con precisión de la Mujer, exhibiendo poco a poco la terrible franqueza de su personaje. Abril Schriber sorprende por la soltura, verdad y fuerza con la que asumió a la Muchacha. Gonzalo Velutini se presenta inconstante como el Hombre, debido a que siempre matiza de la misma manera, sus manos son rígidas e inexpresivas, aunque trata de mantener la energía en todo momento y Flor Elena González luce plana en el decir del texto, además que debe comprender que gritar y posar no le permiten construir cabalmente a la Psicóloga. Integran la propuesta, un sencillo espacio escénico conformado por un piso y un banco que sirve de diván de psicólogo para los personajes y termina siéndolo en la tercera escena, junto a una iluminación que refuerza los sentimientos de los personajes. La dirección desplaza a los actores por la escena lo necesario para equilibrar y se concentra en el texto para que ciegamente seamos conducidos a las casualidades de la vida.
Función: 11 de Noviembre de 2007

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