Del cielo al infierno, de los recuerdos al olvido

Cielo e infierno: El Teatro San Martín de Caracas continúa con su ciclo “Escrito aquí”, dedicado al montaje de piezas de dramaturgos nacionales. En esta oportunidad presentan De miracielos a hospital, escrita y dirigida por Lupe Gehrenbeck. Dos mujeres que se encuentran en una especie de limbo o purgatorio, lo que hace suponer que están muertas, pasan el tiempo representando personajes y reviviendo recuerdos, mientras esperan ser destinadas a otro lugar. La dramaturgia centra su atención en lo femenino como tema y en suponer qué sucede después de la muerte, pero no concluye cabalmente lo que propone, ni se logra con la dirección. Un serie de escenas de teatro dentro del teatro parecen aisladas del diálogo entre las dos protagonistas, acompañadas de ciertas reflexiones que tampoco aportan nada al pretendido conflicto de no saber dónde y por qué están ahí, mientras se avanza en una serie de situaciones que nunca se resuelven, dejando cabos sueltos al espectador y concluyendo con un final simple. Verónica Arellano e Indira Leal tratan de darle fuerza a sus interpretaciones, en especial la primera, pero se pierden por lo referido dramatúrgicamente, logrando momentos interesantes cuando representan otros personajes dentro de la pieza, aunque deben cuidar la precisión del texto debido a que hubo problemas de confusión en el decir de éste durante la función. De la propuesta destaca la escenografía que invade el espacio escénico con cajas de cartón como símbolo del consumismo, junto a aparatos domésticos en un intento de reflejar la necesidad femenina de valerse de ellos.
Función: 13 de Octubre de 2007
Recuerdos y olvido: En la Sala experimental del Celarg se presenta La rosa tatuada, original de Tennesse Williams, con versión y dirección de Giovanni Reali. Un mujer madura mantiene guardadas las cenizas de su marido muerto, hasta que se entera de una supuesta infidelidad de éste y aparece un hombre que se lo recuerda, pero que podría ayudarla a olvidar. La historia toca el tema de los inmigrantes italianos en Estados Unidos, por lo que en el montaje se habla en italiano, se incluyen palabras de este idioma en el diálogo en español y los actores asumen un acento particular. Esta es una propuesta interesante, aunque debe cuidarse un poco para que el público no pierda parte del argumento, en especial en la primera escena. Como parte importante en el desarrollo de la acción, la dirección se vale de una escenografía con pretensiones realistas que permite ubicar a los personajes dentro del contexto y emociones de la trama, además de un vestuario acorde a la época. En las interpretaciones, Roberta Zanchi logra con veracidad a la protagonista Serafina, aunque debe evitar bajar el tono de voz; la fuerza de Antonio Urdaneta se contrapone al lento ritmo que adquiere la pieza en sus dos escenas; Laura Blanco y Citlalli Godoy caracterizan con habilidad sus personajes; Valeria Castillo matiza con destreza; Jesús Vieira se esfuerza tratando de sobrellevar un problema físico real y no del personaje; Grecia Augusta podría mantener la energía sin gritar para poder llegar al verdadero significado de su rol y Tibisay Martínez debe darle sentido al peso de su pequeño personaje. Una esmerada producción del Grupo Repico.
Función: 12 de Octubre de 2007

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