Cambio de avenida

En la Sala Río Teatro Caribe de San Bernardino, la agrupación Akan Tribu Teatral presenta Detrás de la avenida, texto de Elio Palencia y dirección de Jonell Páez.

Después de ser asaltado, Gualo, estudiante de letras y escritor, es ayudado por Peggy, un transformista que sobrevive como trabajadora sexual. Entre ambos surgirá una amistad que transforma a Gualo, lo aleja de su novia Marieu y lo enfrenta al chulo Chato y al policía Corona.

El texto propone tres niveles en el argumento: la historia de Gualo y su novia, el vínculo entre éste y Peggy con las intervenciones del Chato, y el interrogatorio que realiza Corona. El diseño de escenografía, propuesta del director, maneja esto acertadamente con un espacio superior que refleja el cuarto de Marieu, uno intermedio donde sucede casi toda la acción y que representa el refugio donde vive Peggy, y otro inferior en el que una silla simboliza el cuarto de interrogatorio. Los tres ambientes se conectan con una rampa inclinada desde el superior hasta el inferior para aludir al descenso del protagonista hasta su destino incierto.

La dirección busca equilibrar los movimientos de los actores en cada lugar, aunque algunos son incómodos e injustificados, no se aprovecha el estatismo y los intérpretes se solapan. Por su parte, el diseño de vestuario de Freddy Mendoza proyecta el propósito de cada rol, sin embargo no se conecta del todo. Los vestuarios de plástico de Marieu, de diferentes materiales de Peggy y el estilo de Corona se corresponden con el sentido de los personajes pero las vestimentas de Gualo y el Chato lucen desvinculadas de los anteriores.

Lo anterior, ubica la estética entre lo simbólico y expresionista porque la unión de los elementos conforma la atmósfera requerida y, además, refleja del estado interior de los personajes: la plasticidad de Marieu, la vida hecha pedazos de Peggy y la desolación final de Gualo.

En las actuaciones, Jonell Páez como Gualo se percibe honesto y preciso en las intenciones. Se destaca el trabajo de Ricardo Sánchez como Peggy porque se conecta con su sensibilidad y demuestra fuerza y claridad en sus matices, si bien puede aprovechar más la expresividad de las manos y corregir algunos vicios de inexperiencia en su uso. Julio Viso caracteriza a Corona con intensidad y veracidad demostrando comprensión del rol. Por último, Germán Manrique es veraz y pertinente como el Chato y Kimberling Longueira puede conectarse mejor con las diferentes emociones que experimenta Marieu.

En definitiva, un trabajo honesto y acertado que marca el inicio de esta agrupación teatral y abre la expectativa a sus próximas producciones.

Función: 16 de Septiembre de 2012

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