Infidelidad justificada

La Asociación Cultural Humboldt presenta en su teatro el montaje de La maleta (Título original: La valija) del argentino Julio Mauricio, producción ejecutiva de Cristina Neufeld y dirección de Moisés Guevara.

Con un tono de comedia dramática, se desarrolla la historia de una mujer casada que es seducida por un joven que le ofrece un escape momentáneo de su matrimonio, aunque el engaño es descubierto por el esposo.

El texto se siente envejecido en su estructura, mas no en la temática y su tratamiento. La trama se desenvuelve en dos largas escenas (o dos actos, si se quiere): en la primera ocurre la seducción y en la segunda el descubrimiento de la infidelidad. Esta organización refleja las cuatro décadas que han pasado del estreno de la pieza y, por lo tanto, es distinta al estilo actual de escenas cortas y con mayor dinamismo. Sin embargo, el público va descubriendo el argumento y  se adapta a su evolución gradual.

Lo que se mantiene vigente es el tema de la infidelidad. Luisa, la esposa, es infiel porque siente la novedad de un amor sincero frente a la rutinario y asfixiante en que se ha convertido su matrimonio. Osvaldo, su esposo, no puede comprender las razones del engaño porque su relación se ha convertido en una extensión de los problemas laborales y hace tiempo que no se preocupa por los sentimientos de su mujer.

El conflicto suena trillado y parece agotado gracias a las telenovelas. No obstante, la obra mantiene la capacidad del teatro de concentrar varios puntos de vista en un tiempo limitado.

En correspondencia con el texto, la dirección propone un estilo realista. Los desplazamientos de los actores buscan el equilibrio sobre el escenario y la lógica según el desarrollo de la trama. Esto se apoya en la escenografía minimalista diseñada por Sebastián Segica que refleja de forma pertinente la sala de un apartamento y las salidas a los otros espacios. Asimismo, el vestuario de estilo actual y la iluminación con algunos efectos sutiles sirven de complemento.

De igual forma, las actuaciones se mantienen dentro del realismo. Beba Rojas como Luisa equilibra bien y con intensidad el paso por las diferentes emociones del personaje. Javier Vidal como Osvaldo ofrece fuerza e hilaridad en su rol del marido machista y engañado, además se vale de algunas improvisaciones para reforzar sus intenciones. Por último, Elvis Chaveinte como Horacio mantiene una proporción adecuada entre el romanticismo, la seducción e ingenuidad que requiere su papel. 

En definitiva, un montaje bien manejado en los términos del realismo y que le permite al espectador la oportunidad de reflexionar más allá de la risa.

Función: 9 de Junio de 2012

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