Girasoles pictóricos y teatrales

En la sala de teatro 1 del CELARG, La máquina teatro y el Grupo experimental Aula 212 presentaron Girasoles de silencio, texto de Elizabeth Yrausquin de Postalian, producción general de Carlos Silva y dirección de José Tomás Angola.

Este montaje se basa en momentos de la vida del artista plástico Vicent Van Gogh con un texto que carece de una verdadera forma dramática. La dramaturgia se concentra en reflejar situaciones de la vida del Van Gogh sin establecer relación entre las escenas. El paso de una escena a otra sucede porque avanza la vida del pintor y no porque es necesario desde el punto de vista teatral. Esto se advierte debido a que no hay un conflicto claro que evolucione en consecución de un progresión dramática real. Además, los personajes dialogan pero no accionan, es decir, las palabras no contienen la acción propia del teatro.

La dirección trata de resolver lo anterior creando una planta de movimientos que justifiquen las actitudes de los personajes. Divide el escenario en dos partes y ubica los desplazamientos en uno de ellos dependiendo de la escena, pero no resuelve la incómoda ausencia de ritmo que se mantiene durante toda la representación.

La realización escenográfica de Freddy Belisario es pertinente para representar el mobiliario de los diferentes espacios. El diseño y realización de vestuario, creación de la autora de la pieza y de Margarita Yrausquin, delinea apropiadamente la época y el estilo de cada rol. Destaco el diseño multimedia de Asdrúbal Barrios porque sirve de apoyo al principio y, sobre todo, al final cuando redimensiona los cuadros del pintor con efectos de animación, un recurso que pudo aprovecharse más. Asimismo, la música original de José Antonio Córdova crea una atmósfera idónea para el drama.

En las actuaciones, el mismo José Tomás Angola asume el papel de Van Gogh logrando momentos reales donde integra cabalmente voz, cuerpo y energía. Sin embargo, pudo ofrecer más variedad en los matices para cambiar el tono melodramático que mantiene en casi todo el montaje. Se destaca José Manuel Vieira como Paul Gauguin porque maneja la intensidad vocal y gestualidad a favor de las intenciones del personaje. Luis Carreño como Teo Van Gogh, el hermano, se percibe correcto en su trabajo y José Antonio Córdova como Teodoro Van Gogh, el padre, luce impostado y poco veraz. Por su parte, el elenco femenino es muy débil. Lilo Schmid, Laura Guevara y Diana Almeida no componen con propiedad sus personajes porque les falta organicidad. 

En definitiva, un intento fallido de teatralizar la vida de uno de los pintores más destacados de las artes plásticas en el mundo.

Función: 3 de Marzo de 2012

No hay comentarios.: