Excusas y frustraciones

El Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (CELCIT), sede Venezuela, y el Grupo actoral 80 presentan Excusas, texto de los catalanes Joel Joan y Jordi Sánchez y dirección de Melissa Wolf. En el horario vespertino del Espacio Plural del Trasnocho Cultural, se exhibe este montaje que muestra los desencuentros de dos parejas de treintañeros.

Una pareja está formada por Jesús y Begoña. Él desea vivir de la forma libertina que demuestra su mejor amigo pero se conforma con amar a su esposa y sus trabajos esporádicos. Ella manda sobre su marido y tiene una relación extramarital que le ofrece lo que no tiene. La otra está integrada por Christian y Susana. Él lleva una vida de excesos que esconde a su novia y prefiere irse a acostar con otra que compartir con ella. Ella consiente tener un novio infiel y no quiere dejarlo aunque limite su crecimiento profesional. 

Al principio, esta combinación de situaciones tiene apariencias de teatro ligero, pero se va convirtiendo en una comedia agridulce. El nacimiento de un bebé y una separación abrupta van a evidenciar la necesidad de un cambio. Pero, cuando se vive con la excusa de que todo está bien, la frustración lleva a cometer actos irracionales.

La puesta en escena juega con el hiperrealismo. Los elementos escenográficos reflejan correctamente el apartamento donde ocurre la acción. En este espacio, el desplazamiento escénico se concatena con cada situación que se presenta, no importa que el escenario se desequilibre y las acciones se desarrollen en un solo lado, lo que se complementa con los detalles del manejo de la utilería. 

La verdad de las actuaciones se logra porque se busca naturalidad en el decir, se repiten frases como sucede cuando se habla en la vida real, se permite la equivocación, se usan expresiones venezolanas actuales y se improvisa en ciertas situaciones. En este sentido, el trasfondo del texto está muy bien manejado, sin embargo, hay que cuidar algunos excesos de la improvisación porque no aportan nada.

En las actuaciones, se destaca Jesús Cova porque integra notablemente gesto y voz para transmitir las emociones del sometido Jesús. Angélica Arteaga, como Begoña, ofrece el tono justo y con fuerza en sus intenciones. Wadih Hadaya, como Christian, mantiene una buena intensidad, si bien debe estar atento a los matices, y Ana Alicia Pérez maneja acertadamente las emociones por las que pasa Susana. 

Es importante comentar lo difícil que es la asistencia de público en este horario del Espacio Plural. Debe reforzarse la publicidad o proponer un cambio de hora porque no hay excusas para no ir a disfrutar de este montaje.

Función: 3 de Diciembre de 2011

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