Un director alemán y un montaje brasileño

Desde Alemania: El importante director Frank Castorf, encargado de la compañía teatral berlinesa Volksbühne, se encuentra en Caracas para ofrecer un taller en torno a La misión, pieza del notable dramaturgo Heiner Müller. Asimismo ha venido dictando varias conferencias sobre el teatro que dirige y su significativo trabajo teatral. Una de sus conferencias se realizó en el Centro Cultural Chacao de El Rosal con el apoyo del Göethe Institut. En este evento, los asistentes pudimos disfrutar de sus diversas opiniones sobre el teatro y conocer de buena fuente acerca de la estructura teatral alemana y su vinculación con las comunidades. Dentro de las reflexiones de Castorf, la frase que más me llamó la atención tiene que ver con la sociedad actual, debido a su clara relación con el contexto teatral venezolano e incluso con el modo en que nos desligamos de lo que sucede en el país. Parafraseando, dijo que al no seguir los juegos de la sociedad, aparece la indiferencia. Nuestro teatro juega a esa indiferencia con los acontecimientos del día a día, no se compromete totalmente a hablar de la realidad y por eso podría calificarse de “teatro de evasión” como expresó una mujer en las intervenciones posteriores a la conferencia. A través del uso de una serie de metáforas (en muchas de ellas juega con la ironía y lo cómico), este prestigioso director conecta al teatro con la vida, con el compromiso de decir sin miramientos. Por esto, adquiere relevancia la presencia de creadores extranjeros que tengan trayectoria como Castorf.
Presentación: 18 de Noviembre de 2008
Desde Brasil: Un grupo de UNIRIO (Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro) trajo a Venezuela la pieza Depoimentos às Terras do Brasil, a cargo del reconocido director venezolano Orlando Arocha. Este montaje se basa en documentos que registran las confesiones recogidas en actas durante la época de la inquisición portuguesa en Brasil y es producto de la investigación para crear un espectáculo de dramaturgia colectiva. La puesta en escena tiene al estatismo como punto de partida. Cada uno de los personajes se sienta en una silla para expresar su confesión, se van despojando al hablar de lo que consideran es un pecado cometido y llegan hasta el absurdo de manifestar situaciones o frases que nada tienen que ver con la culpa. Al principio, cada personaje usa pequeños gestos, muy comedidos, lo que luego aumenta progresivamente para hacer más externa y evidente la confesión. Esto hace que el ritmo escénico sea llevado por la elocuencia del texto acompañado de la sutilidad en los movimientos hasta que la gesticulación se impone o refuerza lo que se dice para permitir al público comprender las situaciones y poco a poco profundizar en ellas. El elenco conformado por Alexandre Rudáh, Camila Bastos, Cátia Weiler, Clara Colin, Flávio Ozório, Marcello Vilar, Mona Magalhães, Nina Vincent, Pedro H. M. Lopes, Rodrigo Alves Reinoso, Sandra Rodríguez y Tatiana Sobral ofrece naturalidad a sus personajes aun cuando haya poca o mucha intensidad en sus intenciones permitiendo que sea muy real lo que expresan. Las propuestas de vestuario y escenografía de esta obra le dan un sentido contemporáneo cuando todavía vivimos en Latinoamérica con el miedo a expresar nuestra ideas.
Función: 15 de Noviembre de 2008

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