Una noche de ilusión con ritmo

El Teatro la Bacante presenta Sueño de una noche de verano de Shakespeare en el Teatro Luis Peraza de Los Chaguaramos. La propuesta escénica incluye ritmos latinos que acompañan las acciones de Oberón y Titania, rey y reina de los duendes y hadas, de un grupo de actores cómicos que ensaya una pieza teatral y de dos parejas de enamorados que se persiguen a lo largo de una noche. En esta versión se sacrifican varias escenas, manteniendo la esencia del conflicto de los enamorados, de Oberón contra Titania y al final se concentra en la representación de los cómicos que luce un poco ajena debido a que elimina a los enamorados de esta escena; no obstante esto se comprende debido a que en el montaje varios personajes son interpretados por un mismo actor o actriz. La dirección a cargo de Marco Antonio Suniaga dispone sabiamente a los actores por el espacio escénico, descifrando con sus desplazamientos el desarrollo de la acción como en el inicio que ubica con precisión la importancia y relación entre los personajes, al igual que la distribución de los cómicos en sus dos primeras escenas, lo que aunado a la ubicación del público en lados opuestos del escenario permite apreciar claramente el espectáculo. Según el programa de mano, el punto de partida es acercar el texto a nuestras sonoridades, de relacionar su barroquismo con lo barroco de nuestra música, de ahí que el canto y el vestuario sea lo que más resalte. Los actores tocan instrumentos musicales e interpretan canciones con diferentes melodías latinas, demostrando un interesante juego armónico entre los cómicos y un acabado trabajo vocal como la escena en que Lisandro y Hermia expresan sus sentimientos en medio de la confusión generada por el juguetón duende Puck; todo gracias a los arreglos y el entrenamiento vocal dirigido por Diana Peñalver. De la misma Peñalver y Oswaldo Maccio es el diseño de vestuario que refleja el estilo tropical propio de los diferentes ritmos latinos, quizás discordante en el ropaje de las hadas con clara influencia griega o la propuesta del duende Puck sin ninguna estética definida hacia alguno de los lados. En la actuación sobresalen Jesús Hernández que interpreta a tres personajes diferenciados con propiedad en cuerpo y voz, Román Mendoza que logra mucha hilaridad como el cómico Bottom, además de la afinidad que alcanzan los cómicos de Hernández y Mendoza junto a Abel García, Ernesto Montero, Yara Daniela Suárez que debe aprovechar mejor a Tisbe y la acertada incorporación de Irene Vivas al final. En menor grado se encuentra el canto de Ana Gabriela Melo como Titania, la corporalidad de Roselyn Sosa como Puck, Vera Lucía Linares como Helena y Yazel Parra como Hermia que consiguen su mejor momento durante la pelea de los enamorados. Unas máscaras muy bien elaboradas y un trabajo corporal cargado de simbolismo son aspectos estéticos propios del grupo, sin que este último aporte nada para la representación. Por otro lado, considero que el sabor propio de lo latino y del Caribe que se disfruta en la selección musical y el canto, podría pasar al ritmo escénico que se siente aletargado por momentos y hace que la acción se desarrolle con lentitud, lo que afecta la comicidad de ciertas situaciones de la pieza.
Función: 23 de Febrero de 2008

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