El Grupo Rajatabla celebra sus 36 años con el remontaje de una obra representativa en su trayectoria, la versión para teatro de esta novela del Premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez. Esta pieza llegó a tener hasta quinientas funciones en la Sala Anna Julia Rojas del Ateneo de Caracas y vuelve a esta misma sala para el público que no ha tenido la oportunidad de verla, en especial los jóvenes, y para aquellos que quieran revivir el drama del Coronel. El desaparecido director Carlos Giménez realizó la versión y puesta en escena original de este espectáculo que presenta la historia del Coronel, un héroe militar que ha envejecido después de retirarse de su carrera, en espera de una carta que le confirme el recibimiento de una pensión por sus servicios prestados a la nación y que aliviará sus crecientes necesidades económicas. La poca esperanza del Coronel de resolver sus problemas es alimentada por un gallo de pelea perteneciente a su hijo asesinado, la venta de este animal o presentarlo a pelear podría mejorar su situación, aunque la mujer de Coronel no está muy convencida ni del gallo, ni de la llegada de la carta y solo trata de revestirse de paciencia e inventiva para sobrevivir al hambre. El director repositor de la obra Daniel López recrea el trabajo que alguna vez realizó Giménez para crear las atmósferas de la historia con los desplazamientos de los actores por el escenario dándole vida al pueblo donde se sucede la acción y a los personajes que viven en él, la presencia de la lluvia y el agua son elementos recurrentes en toda la representación, junto a los movimientos de la escenografía que arman, desarman y vuelven a armar los diferentes ambientes en los que se desarrolla la trama. El peso de las actuaciones recae en el Coronel y en la Mujer del Coronel, personajes interpretados por Germán Mendieta y Teresa Selma, respectivamente. Germán Mendieta, física y emocionalmente, presenta acabadamente a un Coronel cargado de desesperanza y melancolía, envejecido no solo por el paso de los años sino también por la muerte de su hijo y la espera de la carta. Teresa Selma interpreta su personaje compartiendo las emociones del Coronel e intentando hacerlo caer en cuenta de la realidad, al regalar una sentida actuación. Francisco Alfaro como el Administrador de Correos y Gerardo Luongo como el Compadre Sabas logran acertadamente sus personajes al profundizar el conflicto del Coronel. Del resto del elenco destacan Pedro Pineda por el diálogo con el Coronel que revela la burocracia típica de una nación y Rufino Dorta cuyo personaje es un símbolo determinante en el desarrollo de la pieza. Habiendo tenido la oportunidad de disfrutar la pieza hace 14 años, considero que la energía y el ritmo de la representación en ciertos momentos, además de algunos detalles de vestuario, iluminación y sonido de este remontaje rompen con la estética concebida para el espectáculo. Sin embargo es una labor respetable el hecho de volver a llevarla a escena. Por último, es importante destacar la importancia que Carlos Giménez le da a la historia, en el programa de mano puede leerse: “El coronel no tiene quien le escriba es el drama del hombre común de América latina. La esperanza fallida, la ilusión rota en promesas no cumplidas, en asaltos a la honestidad y en pactos de muerte.”
Función: 31 de Agosto de 2007
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