La segunda y última semana del Festival de Teatro de Caracas ofreció una
variada oferta de espectáculos de toda índole.
En el Teatro Nacional, el grupo Rajatabla volvió a presentar Promoción honor a mis padres, texto de
Elio Palencia y dirección de Rufino Dorta. El drama de una juventud con anhelos
y frustraciones mantuvo su fuerza gracias al excepcional trabajo de puesta en
escena y sus correctas actuaciones.
Río Teatro Caribe repuso en su sede el espectáculo Machete Caníbal, dramaturgia de Francisco Denis y Arved Schultze y
dirección del mismo Denis. Un interesante trabajo de investigación sobre las
múltiples visiones del mito de “El Dorado” que adquiere consistencia gracias al
acompañamiento musical del grupo Quinto Aguacate.
Dos propuestas que tienen como base la mitología griega se presentaron en
el festival. El Taller Experimental del Teatro llevó a escena Yocasta, de León Febres-Cordero,
dirigido por Santiago Sánchez. La sala principal del Teatro San Martín recibió
el diálogo entre dos hermanos que saben que no pueden escapar de su destino.
Los mitos no cambian.
Por otro lado, Caverna, una de
las coproducciones de la Compañía Nacional de Teatro, volvió a Caracas
proveniente del Estado Mérida. El montaje, dirigido por Gabriel Torres, se
realizó en el relativamente nuevo Espacio ArteNativo. Por su carácter
experimental, muchas de las situaciones escenificadas sobre “El mito de la
caverna”, de Platón, se quedan en el
terreno de lo abstracto, sin embargo la iluminación y la música en vivo
producen varias atmósferas sugestivas.
El grupo Repico escenificó Monstruos
en el closet, ogros bajo la cama, de Gustavo Ott, con dirección de Consuelo
Trum. El público que asistió a la Sala Rajatabla presenció una recreación del
atentado ocurrido el 11 de Septiembre de 2001 en contra de las Torres gemelas
de Nueva York. La dirección creó una adecuada propuesta simbolista que diluye
un poco las fallas de un texto poco teatral, si bien las actuaciones son la
mayor virtud del montaje.
Otros espectáculos de calidad que volvieron a escena durante el festival
fueron: Doce cosas imposibles antes del
desayuno, de Teartes, El desconocido,
de la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa y Paria, de La Bacante.
En definitiva, el Gobierno del Distrito Capital y Fundarte, ente adscrito a
la Alcaldía de Caracas, han señalado uno de los caminos que deben seguir las
políticas culturales en torno al teatro. Los directores, productores, actores,
diseñadores, técnicos, críticos y otras personas vinculadas al quehacer teatral
agradecen el evento.
En espera de la próxima edición…
(Para el Diario Ciudad Ccs)
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