El año entra en su último trimestre y la cartelera teatral empieza a renovarse con nuevos estrenos después de las llamadas “vacaciones escolares”. Restan dos meses para el final de la temporada 2014 porque en diciembre se exhibe muy poco teatro. El público se interesa más por las celebraciones navideñas, aunque algunos espacios han mantenido abiertas sus puertas en años anteriores con resultados positivos.
Ahora bien, la creciente inflación del país ha influido también en los precios de las entradas. Existen lugares que han sido comedidos con el aumento de precios mientras que otros establecen un costo dependiendo de la figura televisiva que protagoniza el trabajo.
Por ejemplo, los “stand up comedy”, heredados de la tradición norteamericana, mantienen un público cautivo interesado en divertirse con rutinas de la vida diaria y una carga político-social que cada día más va en aumento. Figuras televisivas y una serie de nuevas personalidades que ha encontrado eco en los medios son los protagonistas de los espectáculos más costosos de la cartelera. De igual forma sucede con los monólogos cuyos costos son elevados.
Con respecto a la temática, la cartelera mantiene los contenidos desgastados de la sexualidad y de la relaciones de pareja como principales. Creo que los productores y directores consideran que eso es lo que el público desea ver para escapar de la crisis política sin considerar un amplio abanico de opciones en la dramaturgia venezolana y mundial. Algunos parecen romper el molde, si bien la comedia consigue más adeptos que el drama. Poco a poco, la creciente emigración venezolana se ha colado en los temas y textos que tocan la crisis actual también han aparecido.
No puedo dejar de mencionar el teatro dedicado el público infantil. Las vacaciones es la época de mayor auge para este teatro con temáticas tradicionales: hadas, príncipes, princesas, reyes y piratas, junto a cuentos que ha adquirido importancia mediática. Ha habido un aumento de las historias que juegan con el lenguaje o hablan con la influencia de la tecnología en el niño. Es común que durante el horario vespertino siempre se encuentre teatro para niños en todos los espacios teatrales. La mayoría de los precios están por debajo del teatro para adultos, sin embargo algunos sitios no establecen diferencias.
Como se puede inferir, estoy hablando de la oferta que ofrecen los espacios de carácter privado pero aquellos que reciben aportes del Estado poseen un target diferente y precios muchos menores. Muy pocos espectadores son capaces de asistir tanto a unos como a otros. El público siempre tendrá la decisión final.
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