En la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, Magno producciones presentó Cabaret, producción de Carlos Audrines, ejemplar dirección musical de Armando Lovera y versión al español y dirección general de César Sierra a partir del libreto de Joe Masterhoof, la música de Jhon Kander y las letras de Fred Ebb.
El “Kit kat club” es un cabaret que sirve como lugar de encuentro y de libertad en un Berlín que empieza a sentir los cambios que se avecinan con la importancia que Hitler van adquiriendo en Alemania. La libertad que pregona el cabaret es esencialmente sexual, algo que se remarca más en esta versión y alcanza su punto máximo en la frase “Vive y deja vivir” que expresa el maestro de ceremonias del club. Ésta contrasta con el libertinaje que demuestra Sally, la cantante más destacada del lugar, quien va a vivir con Cliff, un joven norteamericano que desea convertirse en escritor. Ambos comparten una habitación en la posada de Fräulein Schneider donde coinciden con otros personajes.
En lo estético, la escenografía de Héctor Becerra resuelve con pocos elementos la ambientación de cada sitio donde se desarrolla la acción. El vestuario de Altagracia Martínez ofrece las texturas y gama de colores pertinentes para delinear cada personaje. Asimismo, la iluminación de Ernesto Pinto logra con precisión las atmósferas de cada escena. Es necesario destacar la labor coreográfica de Vittorio Marson que armoniza el trabajo del elenco y, en especial, de los llamados chicos y chicas del “Kit kat club”.
A la cabeza de las actuaciones, se encuentra la intensidad y el manejo corporal de Luis Fernández que aprovecha las posibilidades de un personaje como Emcee, el maestro de ceremonias que lleva al público a través de la historia y concluye el espectáculo con contundencia. A la par, se perciben Francis Rueda como Fräulein Schneider y Cayito Aponte como Herr Schultz que conmueven a la audiencia con la franqueza en que asumen una historia de amor imposible por las circunstancias históricas, además de conducirse adecuadamente en el canto. Por su parte, Karl Hoffman realiza una apropiada interpretación como Ernst Ludwig, mientras que Mena Napolitano demuestra buen manejo vocal para el canto aunque no así en su rol como Fräulein Kost porque necesita mayor energía y veracidad en lo que dice. Del mismo modo, sucede con Adrian Delgado como Cliff que podría ofrecer más fuerza y verdad. Por último, resalto el trabajo de Naty Martínez que se luce en sus dotes vocales y manejo de las intenciones como Sally.
Un musical en la cartelera teatral venezolana siempre se agradece, especialmente si se realiza con compromiso.
Función: 16 de Abril de 2011
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