En la Sala de Conciertos de la nueva sede de la Universidad Nacional Experimental de las Artes, edificación en la que antes funcionaba el Ateneo de Caracas, se presentó la agrupación Teatro del Duende con La visita de los generales, escrita y dirigida por Gilberto Pinto. En la pieza, el físico Arthur Zenning se encuentra enfermo de cáncer y se retira de sus investigaciones sobre física nuclear. Sin embargo, dos generales lo visitan para exigirle que deje registrado sus últimos trabajos en beneficio de la patria y ordenan que le nieguen el tratamiento que le haría más llevadera la enfermedad. El Doctor Zenning, apoyado por su médico, el Doctor Kosta; su reemplaz, el Doctor Fatov y su desesperada mujer, Sara; demuestra que la ética de un ser humano está por encima de cualquier abuso de poder.
Estructurado de forma dramática correcta, el texto se incluye dentro del más puro estilo realista. La progresión dramática se mantiene dentro del género con presentación de personajes y del conflicto, agudización del mismo cuando se desarrolla la trama, clímax e inmediatamente desenlace.
De la misma manera, la puesta en escena se propone desde esta estética. Los desplazamientos de los actores son los estrictamente necesarios para el desarrollo del argumento y el hecho de que se miren frente e frente va acorde con el realismo. El espacio escénico diseñado por Pinto y Enrique Tovar plantea cuatro áreas del apartamento de Zenning: la sala donde sucede la mayoría de las acciones, un lateral con ventana que resalta más en una de la escenas, una mesa al fondo donde Sara escribe cartas a sus hijos y el cuarto con cama para los momentos culminantes. El vestuario delinea de manera clara a cada personaje.
Las interpretaciones son la mayor virtud del montaje porque posee a un elenco bien acoplado. Cada actor compone su papel con veracidad y maneja apropiadamente los matices. A la cabeza, se encuentran Carlos Márquez como Arthur Zenning y Francis Rueda como Sara que demuestran su experiencia, especialmente el primero que ofrece una admirable trabajo. Germán Mendieta como el General Medoc y Vito Lonardo como el General Inra comprenden cabalmente las posturas de los personajes, además de lograr la intensidad que requieren.
No menos importantes, Daniel Jiménez como el Doctor Fatov y Alexis Farías como el Doctor Kosta complementan a los demás con sus pertinentes trabajos interpretativos.
Del programa de mano extraigo una de las frases más contundentes que dice el General Inra: “Hoy en día el hombre, aparte de cualquier consideración moral, está obligado a darse íntegramente a la patria.” Podría preguntarse: ¿qué concepto de patria se maneja? La respuesta permitiría reflexionar acerca de muchas situaciones que vive nuestro país en la actualidad. Esto indica el valor que tiene el teatro para detenerse a pensar sobre lo que está mal o protestar, como el autor expresa en el mismo programa. Cualquier posición debe tomar en cuenta lo mejor para el país.
Para finalizar, quedará de parte de las autoridades de Unearte que las salas de esta edificación sean usadas para lo que originalmente fueron concebidas, porque los espacios de presentación son cada vez más esquivos para los hacedores de teatro. Así se podrá hablar de verdadera inclusión.
Función: 18 de Julio de 2009
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