El Festival de Teatro de Caracas
sigue en varios espacios de la Zona Metropolitana con una masiva asistencia de
público.
En la Sala Horacio Peterson de
UNEARTE, la agrupación Ensamble Teatral José Ignacio Cabrujas presentó El show de los enanos: Sonyanai Andy Micótico
Estil, escrito por Osvaldo Blanco y William Urdaneta, y dirigido por este
último. Este espectáculo de corte humorístico puso en escena a cuatro actores
con un vestuario y prótesis que los hacían parecer enanos. Interpretaron de
forma excepcional varias canciones románticas que servían de guía del show y de
pausa entre una serie de escenas hilarantes. El sorprendente uso del lenguaje,
buen manejo de la interrelación entre ellos y las improvisaciones conformaron un
divertimento que todo el público disfrutó sin distinción.
En el Espacio Arte Nativo, el
grupo Teatro Grado 38 llevó a escena Critorium,
texto de Guy Foissy, adaptación de Marina Guédez y dirección de Gregorio
Milano. Tres mujeres esperan un autobús que las lleve al “critorium”, un sitio
donde las personas son encerradas para que puedan gritar debido a que está
prohibido hacerlo en la vía pública. El trasporte no llega y la tensión aumenta
progresivamente porque quieren liberar su ira.
Con este argumento que refleja
las prohibiciones que impone una sociedad represiva, la dirección crea una
atmósfera asfixiante que se percibe en el limitado uso del escenario y en el
desarrollo de las relaciones que se establecen entre los personajes. Las
actuaciones están bien delineadas por el trío de actrices con Maigualida Gamero
y Marina Guédez a la cabeza, mientras que Gabriela Bolívar puede ofrecer más
intensidad en sus matices.
En la Sala Doris Wells de la Casa
del Artista, Proyecto Azul montó Las
siamesas, una y parte de la otra de José Antonio Barrios, dirección de William
Cuao. Dos hermanas, unidas por sus cuerpos, discuten sus puntos de vista
disímiles mientras esperan que vuelva el circo al que pertenecían. Al final,
todo era un sueño de una de ellas.
La trama de esta pieza no se sostiene
de forma pertinente porque la situación dramática es muy débil. El conflicto
interno de las siamesas se estanca desde el principio, por lo que se propone
uno exterior que no resuelve el problema. La dirección trata de presentar un estado
onírico que se desdibuja porque no mantiene la fluidez de las escenas, además
que el texto no la ayuda. Las actuaciones son superficiales y poco creíbles.
Verónica Ortiz se muestra débil y Gladys Prince se percibe plana. Esta última
apela al lenguaje burdo para hacer reír público. En definitiva, un trabajo con
muchos problemas.
El festival continúa.
Funciones: 1, 2 y 3 de Marzo de 2013
Nota: El suceso que se vivió en Venezuela durante las últimas semanas condujeron a la suspensión del festival.
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