Reinterpretar un clásico

En la sala experimental del Celarg, la agrupación Teartes presenta Doce cosas imposibles antes del desayuno con dirección de Jericó Montilla. A partir de la selección de textos de Alicia en el país de las maravillas y A través del espejo del inglés Lewis Carroll, Montilla crea un espectáculo que escenifica la conocida historia de Alicia y su irrupción en una tierra fantástica.


Apoyado en el uso de un encomiable diseño de vestuario, el punto más fuerte del montaje teatral es la reinterpretación y resolución escénica de varias partes emblemáticas de las obras de Carroll. En este sentido, destacan el encuentro de Alicia con la oruga cuyo cuerpo es formado por varios actores vestidos con batas japonesas y con abanicos que sirven para aparentar el movimiento propio de este insecto. De igual forma, resalta el juego de sillas entre el sombrerero loco, la liebre de marzo y el lirón; las sombrillas giratorias con espirales durante la conversación con el gato de Cheshire; el uso del travestismo a través de batas de baño y paños en la cabeza de las flores; el estilo de presentador de espectáculos con porristas de Humpty Dumpty; y, especialmente, el encuentro con la reina de corazones y su séquito de reinas.


En contraste con lo anterior, el principio y el final de la obra son los puntos más débiles. El conejo blanco abre y cierra la obra con una apariencia que parece simbolizar el poder como aquel personaje que lleva a Alicia a caer en el país de las maravillas, sin embargo la escogencia de sus textos y sus acciones se quedan en el terreno de lo abstracto. Esto sucede también con el trabajo coreográfico, cercano a la danza contemporánea, y con los textos que sirven de paso y enlace entre cada una de las doce escenas principales, al igual que lo que ocurre en la casa de la duquesa y el diálogo con la falsa tortuga donde la densidad de la narrativa de Carroll se muestra pero no se comprende.


En la actuación, sobresalen los actores que interpretan, con veracidad, el complicado texto en varios personajes. Entre ellos se encuentran: José Pablo Álvarez con énfasis en su trabajo del sombrerero loco, Gabriel Agüero en la reina de corazones y el lirón, Abel García como la liebre de marzo y Héctor Castro como el gato de Cheshire. Por su parte, Angélica Robles y Orlando Paredes se perciben pertinentes en sus trabajos; mientras que Luis Alfredo Ramírez propone una forma parsimoniosa de asumir al conejo blanco sin decodificar el texto. El rol de Alicia lo realizan Ángela Meléndez, Sain-ma Rada y Marcela Lunar sin la intensidad y credibilidad necesarias.


En definitiva, una forma personal de escenificar esta historia con altas y bajas.


Función: 29 de Mayo de 2011

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