Desde la semana pasada se ha venido desarrollando la VIII Muestra Internacional de Teatro y Títeres en las comunidades de Caracas, organizada por IIAVE – Instituto de Investigaciones para el Desarrollo del Arte en Venezuela. Con entrada libre, las salas del grupo Altosf, Casa del Artista, Celarg, Teatro San Martín y Unearte han cedido algunos de sus espacios para las presentaciones, junto a un importante acercamiento a las parroquias capitalinas.
Guarro Teatro inauguró la muestra con El amante del inglés Harold Pinter, dirigida por Francisco Díaz. Un matrimonio plantea un juego psicológico en torno a la figura del amante de la esposa, lo que parece ser la única manera de mantener la relación. Estéticamente, la escenografía se percibe ajustada, lo que facilita el desplazamiento escénico, pero el vestuario rompe con esto. Además, no se logra la finalidad de la progresión dramática por el ritmo cambiante y las actuaciones superficiales.
La agrupación Aplaudid llevó a escena El mundo me queda pequeño de Bruno Mateo, dirigida por Carlos del Castillo. Una actriz en decadencia es acosada por la muerte, esto le hace recordar los errores de su vida y dialoga con ella para convencerla que no debe morir todavía. Con un texto débil por la forma en que no resuelve la situación dramática, la dirección propone diversas acciones que justifiquen la conducta del personaje y coloca en escena a una muerte seductora con gesticulaciones reiterativas. María Elena Duque como Lola se percibe externa al principio, pero luego se conecta completamente, mientras que Dayana López le da una imponente presencia a La Muerte.
El grupo Prometeo representó la versión del cubano Héctor Quintero de Los cuentos del Decamerón, original de Boccaccio, dirigida por Noel de La Cruz. En ella, varios personajes deciden irse de Florencia para escapar de la peste y refugiarse en una villa donde cuentan historias para pasar el tiempo. El montaje es un trabajo honesto por parte de un grupo de participantes de un taller de formación teatral. A través del desparpajo y la irreverencia logran la risa del público, aunque deben ser más rigurosos en la dicción, proyección de voz, expresión corporal y composición del personaje, con algunas excepciones, si su interés es dedicarse al teatro profesionalmente.
El Teatro Estable de Villa de Cura presentó Por el norte con el mar de las Antillas, escrita y dirigida por Orlando Ascanio. Una familia se confiesa frente al público, habla de su vida y de recuerdos con varias referencias históricas de Venezuela. Con una puesta en escena limpia y equilibrada, la dramaturgia no conecta realmente los relatos de cada rol con algunos textos más poéticos que teatrales, si bien las interpretaciones de Larry Castellanos y Luis Enrique Torres poseen la veracidad e intensidad necesaria frente a la exteriorización del resto del elenco.
En el teatro de títeres, los colectivos Babalawos de Perú, el Teatro Nacional de guiñol de Cuba y Don Quijote del Estado Barinas hicieron lo suyo para divertir a adultos y, especialmente, a niños y niñas con la técnica depurada del primero, la sencillez del segundo y la visión estética del tercero.
El compromiso de los organizadores y la receptividad del público han permitido que la muestra continúe.
Funciones: 5, 6, 7, 8, 9 y 10 de Octubre de 2009
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