Especial "Festival de teatro de occidente 2011" - 1: El desconocido Bolívar

El Festival de Teatro de Occidente regresa en su edición número 29 como una vitrina para la exhibición de espectáculos regionales, naciones e internacionales. En la ciudad de Guanare, como sede principal, los espacios del festival son las Salas Federico Collado y Alberto Ravara del Complejo Cultural "Herman Lejter", la carpa “Cacao” instalada por la Compañía Nacional de Circo y la Escuela de Teatro José Antonio Páez.

En la Sala Alberto Ravara, la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa llevó a escena El desconocido de Tomás Jurado Zabala, con producción de Julián Ramos y dirección de Carlos Arroyo. En días previos al llamado “Caracazo”, ocurrido el 27 de febrero de 1989, un grupo de presos ensaya una obra que toca diversos momentos de la vida de Bolívar. La pieza es escrita por un periodista detenido debido a sus ideas políticas y fue encargada por el llamado Funcionario Cultura que, junto al apoyo del Director de la cárcel, desea ser reconocido por el presidente. 

La mayor virtud del texto está presentar a Bolívar como un desconocido, debido a que muchas situaciones de su vida se han tergiversado. De igual forma, se destaca el paralelismo entre la libertad interior que buscan los presos al trabajar en la obra y la libertad exterior que exigió el pueblo al salir a protestar en las calles durante el “Caracazo”. Ambos son el reflejo de los ciudadanos de un país a quienes imponen cambios y dan órdenes sin razón, lo que causa acciones, a veces extremas, en búsqueda de la libertad.

El montaje tienes tres niveles de lectura en la puesta en escena. El primer nivel es el simbólico en el que el desplazamiento actoral está delimitado por un gran rectángulo en cuyos bordes transitan el Funcionario de Cultura y el Director de la Cárcel, mientras que los presos utilizan la parte central. Esto demarca el poder que manda a los internos y que invade sus espacios cuando quiere imponerse sobre ellos. También, se observa en el vestuario de los presos quienes parecen convertirse en militares que deben seguir las órdenes de sus superiores sin quejarse. 

El segundo nivel es el expresionista que se percibe en la vestimenta, maquillaje e interpretación del Funcionario y del Director. Ambos se convierten en dos “clown” que llevan hasta el extremo el abuso de poder, si bien están haciendo el ridículo en el fondo, como dos payasos que pretenden controlar la libertad de pensamiento. Además, los presos llevan rayas verticales maquilladas en sus caras como indicador de las rejas que coartan su libertad y de una manera limitada de ver. Aunque el Periodista intenta librarse de esas rejas, está limitado, al igual que el público que solamente tiene en su memoria la historia que le han contado de Bolívar.

El tercer nivel es la revelación de la teatralidad. Los actores se sientan en ambos lados del escenario para esperar su entrada a escena y para colocarse elementos de vestuario. Esto le indica al público que está viendo teatro, que asiste a una representación y que debería observar de manera crítica lo que ve sobre el escenario. Sin embargo, no hay forma de predecir las relaciones que se pueden establecer entre lo que se ve en escena y el entorno inmediato. De igual manera, este nivel se percibe en la entrada, traslado y salida de los objetos, lo que sucede frente a los ojos de los espectadores. 

Estos niveles se integran para conformar un montaje redondo en lo estético.

En las actuaciones, se destaca la intensidad y manejo de los matices de Aníbal Grunn, como el Funcionario de Cultura, porque equilibra la forma externa del personaje y el contenido orgánico. Es secundado por Julián Ramos, como el Director de la cárcel, porque dirige correctamente su interpretación hacia el terreno de lo bufonesco y por Jesús Plaza, como el preso Corredeivile, quien ofrece un encomiable manejo de las intenciones. Por su parte, Edilsa Montilla y Wilfredo Peraza logran la fuerza necesaria es los roles de Manuela y el Periodista, respectivamente. Job Jurado Guevara da el tono justo a El desconocido, aunque debe estar atento a su trabajo vocal. Finalmente, Efraín Castillo, William Ocanto y Roimber Peraza son pertinentes sus actuaciones. 

En definitiva, esta compañía sigue arriesgándose con cada espectáculo que presenta.

Función: 12 de Noviembre de 2011

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