En el Teatro Trasnocho se presenta La pareja dispareja del norteamericano Neil Simon, producido por Basilio Álvarez y dirigido por Armando Álvarez. Con este montaje, la agrupación Skena celebra 30 años de trayectoria, acompañado de la reposición de otro trabajo para adultos y dos piezas infantiles. Junto a varias obras dedicadas a los jóvenes, es uno de los pocos grupos que ha abarcado una gama tan amplia de espectáculos.
En esta oportunidad, exhiben un clásico de la comedia de Broadway en el que dos amigos, Oscar y Félix, por diversas circunstancias vinculadas al amor, tienen que compartir un apartamento. El día a día les revelará su incompatibilidad de caracteres y la creciente necesidad del desorganizado Oscar por sacar de su propiedad al delicado Félix.
En la puesta en escena, enmarcada en el realismo; los desplazamientos, la distribución espacial y las entradas y salidas se plantean dentro de la estética sin mayores pretensiones que permitir el desarrollo de la trama. Todo esto se apoya en la escenografía, diseño de Carlos Agell, que representa de modo detallado a un apartamento en el que, de derecha a izquierda del espectador para el comienzo y progreso de la acción, sitúa todos lo elementos que faciliten cumplir, hasta cierto punto, con las acotaciones del texto. Asimismo, los diseños de Vestuario de Marcos Prieto y de iluminación de Víctor Villavicencio se orientan en beneficio de la puesta, sin romper la estética.
En las actuaciones, Armando Cabrera funciona para Oscar al utilizar su expresividad corporal y registro vocal que lo hace pasar, a lo largo de la pieza, de la indiferencia al hastío. Luigi Sciamanna compone un Félix débil, sensible, infantil y refinado que contrasta de manera clara con su amigo y para ello reitera continuamente lo que expresa, no solo repitiendo lo que dice sino también a través de gestos y acciones graciosas. Por su parte, las interpretaciones de Juan Carlos Ogando como Richard y Alexander Solórzano como Murray, amigos de los protagonistas, cumplen en el sentido de favorecer el desarrollo del conflicto y su posterior resolución. De igual manera, Alexandra Malavé y Sthepanie Cardone representan de manera cabal a Clementina y Cecilia, respectivamente.
Considero que el tiempo de la representación se alarga innecesariamente debido al uso excesivo de la improvisación, al constante empleo de “gags” o gestos que buscan la comicidad y la laxitud con que los actores asumen algunas las escenas. Lo anterior, perjudica el ritmo escénico y desvía, en ciertas oportunidades, la atención del conflicto central. Sin embargo, es innegable el efecto de estos recursos en el público que los considera hilarantes. La explicación que encuentro está ligada a la evidente influencia que este tipo de comedia de Broadway ha tenido en los sitcom televisivos (contracción de situation comedy o comedia de situación) en los que cada momento de humor se acompaña de la risa en off, si el programa no fue grabado en vivo. En este caso, las risas de los espectadores acompañan a la representación durante más de dos horas, lo que hace evidente la libertad ofrecida por la dirección a los actores y ubica a esta pieza como la más ligera y menos comprometida que Skena ha presentado en los últimos años.
Función: 2 de Agosto de 2009