En el horario vespertino del Espacio Plural, perteneciente al Trasnocho Cultural, la Agrupación ArteU presenta Las mujeres sabias de Moliere, producción de Karla Fermín, versión, musicalización y dirección de Costa Palamides.
Dos hermanas desean el amor del mismo hombre, sin embargo deben regirse por las pretensiones de su madre, directora de una institución educativa, que las obliga a cultivar el intelecto. Todas son más ignorantes que sabias porque se dejan embaucar por un poeta mediocre y manejan el lenguaje a su conveniencia, aunque su verdadera sabiduría consiste en que al final la hermana menor acepte el amor dependiendo de los bienes que posea el pretendiente.
Esta es la base del argumento de Moliere que Palamides versiona para reflejar el contexto venezolano. El país se ha llenado de personas sin mérito que asumen cargos importantes o que intentan mostrar una imagen culta siendo víctimas de su ignorancia. Por eso, la versión incluye estrofas de canciones, nuestra forma de expresarse y situaciones que claramente hablan de esta tierra. Se nombra a la Universidad Central de Venezuela, a personajes de la cultura y al ministerio que la rige. La sátira que se ve en escena conlleva a la reflexión por detrás de la risa del público.
El escenario está ambientado por grandes nubes de colores como aquellas que cuelgan del techo de Aula Magna de la UCV, la ceremonia de graduación recuerda los actos de esta casa de estudios y los personajes pueden reflejar a cualquiera que la imaginación permita. El vestuario es el mayor logro estético con una mezcla de estilos que da un tono particular a cada personaje exteriorizando su forma de ser.
Todo lo anterior, adquiere consistencia con la propuesta de hacer que los personajes femeninos sean interpretados por actores. El uso del travestismo lleva a otro nivel al ridículo propio de los personajes de Moliere y la ignorancia de estas mujeres que se creen sabias es más grotesca. En este sentido, Jonell Páez como Enriqueta, Oscar Salomón como Martina, Domingo Balducci como Belisa y José Gregorio Martínez como la Dra. Vadius son justos en el manejo del léxico, matices y fuerza de los personajes. Martínez, además, interpreta a Clitandro que junto a Costa Palamides cono Crísalo y Luwdig Pineda como Trissotin, este último haciendo gala de gestos y figuras de ballet, ofrecen el tono y corporalidad adecuados a cada rol. Carlos Maza como Armanda y Germán Manrique como Filaminta se perciben acertados en su labor.
En fin, una versión hilarante que refleja a la Venezuela actual sin perder la intención del autor de criticar la hipocresía y la falsa intelectualidad.
Dos hermanas desean el amor del mismo hombre, sin embargo deben regirse por las pretensiones de su madre, directora de una institución educativa, que las obliga a cultivar el intelecto. Todas son más ignorantes que sabias porque se dejan embaucar por un poeta mediocre y manejan el lenguaje a su conveniencia, aunque su verdadera sabiduría consiste en que al final la hermana menor acepte el amor dependiendo de los bienes que posea el pretendiente.
Esta es la base del argumento de Moliere que Palamides versiona para reflejar el contexto venezolano. El país se ha llenado de personas sin mérito que asumen cargos importantes o que intentan mostrar una imagen culta siendo víctimas de su ignorancia. Por eso, la versión incluye estrofas de canciones, nuestra forma de expresarse y situaciones que claramente hablan de esta tierra. Se nombra a la Universidad Central de Venezuela, a personajes de la cultura y al ministerio que la rige. La sátira que se ve en escena conlleva a la reflexión por detrás de la risa del público.
El escenario está ambientado por grandes nubes de colores como aquellas que cuelgan del techo de Aula Magna de la UCV, la ceremonia de graduación recuerda los actos de esta casa de estudios y los personajes pueden reflejar a cualquiera que la imaginación permita. El vestuario es el mayor logro estético con una mezcla de estilos que da un tono particular a cada personaje exteriorizando su forma de ser.
Todo lo anterior, adquiere consistencia con la propuesta de hacer que los personajes femeninos sean interpretados por actores. El uso del travestismo lleva a otro nivel al ridículo propio de los personajes de Moliere y la ignorancia de estas mujeres que se creen sabias es más grotesca. En este sentido, Jonell Páez como Enriqueta, Oscar Salomón como Martina, Domingo Balducci como Belisa y José Gregorio Martínez como la Dra. Vadius son justos en el manejo del léxico, matices y fuerza de los personajes. Martínez, además, interpreta a Clitandro que junto a Costa Palamides cono Crísalo y Luwdig Pineda como Trissotin, este último haciendo gala de gestos y figuras de ballet, ofrecen el tono y corporalidad adecuados a cada rol. Carlos Maza como Armanda y Germán Manrique como Filaminta se perciben acertados en su labor.
En fin, una versión hilarante que refleja a la Venezuela actual sin perder la intención del autor de criticar la hipocresía y la falsa intelectualidad.
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