La agrupación Odin Teatret con la presencia del maestro Eugenio Barba realizó varias actividades en Venezuela de la mano con la Cátedra Permanente Jerzy Grotowski de la Universidad Nacional Experimental de las Artes. Jornadas de reflexión, encuentros, clases abiertas, cine, talleres, demostraciones y, en especial, presentaciones teatrales invadieron los espacios de la universidad.
Tuve la oportunidad de presenciar dos espectáculos de la agrupación, ambos dirigidos por Barba, y confrontar el trabajo de uno de los maestros vivos del teatro occidental.
El primero fue: En el esqueleto de la ballena, una interpretación del texto Ante la ley de Kafka, que explora temas como el hombre frente a la autoridad, frente a las creencias religiosas, su significado en el mundo y las diferencias generacionales. El texto original se divide en secciones y situaciones que van presentándose con interrupciones, aunque se vuelve reiterativamente sobre cada una de ellas. Acciones físicas, música y canto sirven de ilación entre cada momento.
Siento que la propuesta es un objeto que se rompe en pedazos, presentados uno por uno y se reconstruye cuando el público ensambla las diferentes temáticas que aparecen sobre el escenario en conjunto con las sensaciones y atmósfera que genera el espectáculo. Desde el punto de vista de la puesta en escena, un escenario bifrontal enfrenta al público con un excepcional manejo de la distribución escénica y dinámica de acciones, si bien algunas con mayor fuerza que otras en la corporalidad de algunos actores.
Este trabajo es el reflejo de una época donde las vanguardias rompieron con la tradición para crear incomodidad y extrañeza en el espectador. En la actualidad, el mundo saturado de información, polisémico e incapaz de asirse con una visión única, nos ha quitado la capacidad de sorpresa frente a la pluralidad de símbolos de este espectáculo.
Por el contrario, el segundo trabajo que aprecié, titulado Las grandes ciudades bajo la luna, tiene mayores ecos en la actualidad. Enmarcado “en el espíritu de Bertolt Brecht” como indica el programa de mano, el montaje tiene una profunda conciencia anti bélica. Las ciudades más importantes del mundo han experimentado la guerra, algunas se han convertido en referencia del horror que ésta trae consigo. En varias escenas, hombres y mujeres relatan y representan su contacto con la opresión, incluido el homenaje a un personaje de Brecht y la música que acompañaba a su teatro. Música, canto, interpretación y sentido de la escena confluyen de manera notable.
Gracias al Odin Teatret por compartir su trabajo con nosotros.
Tuve la oportunidad de presenciar dos espectáculos de la agrupación, ambos dirigidos por Barba, y confrontar el trabajo de uno de los maestros vivos del teatro occidental.
El primero fue: En el esqueleto de la ballena, una interpretación del texto Ante la ley de Kafka, que explora temas como el hombre frente a la autoridad, frente a las creencias religiosas, su significado en el mundo y las diferencias generacionales. El texto original se divide en secciones y situaciones que van presentándose con interrupciones, aunque se vuelve reiterativamente sobre cada una de ellas. Acciones físicas, música y canto sirven de ilación entre cada momento.
Siento que la propuesta es un objeto que se rompe en pedazos, presentados uno por uno y se reconstruye cuando el público ensambla las diferentes temáticas que aparecen sobre el escenario en conjunto con las sensaciones y atmósfera que genera el espectáculo. Desde el punto de vista de la puesta en escena, un escenario bifrontal enfrenta al público con un excepcional manejo de la distribución escénica y dinámica de acciones, si bien algunas con mayor fuerza que otras en la corporalidad de algunos actores.
Este trabajo es el reflejo de una época donde las vanguardias rompieron con la tradición para crear incomodidad y extrañeza en el espectador. En la actualidad, el mundo saturado de información, polisémico e incapaz de asirse con una visión única, nos ha quitado la capacidad de sorpresa frente a la pluralidad de símbolos de este espectáculo.
Por el contrario, el segundo trabajo que aprecié, titulado Las grandes ciudades bajo la luna, tiene mayores ecos en la actualidad. Enmarcado “en el espíritu de Bertolt Brecht” como indica el programa de mano, el montaje tiene una profunda conciencia anti bélica. Las ciudades más importantes del mundo han experimentado la guerra, algunas se han convertido en referencia del horror que ésta trae consigo. En varias escenas, hombres y mujeres relatan y representan su contacto con la opresión, incluido el homenaje a un personaje de Brecht y la música que acompañaba a su teatro. Música, canto, interpretación y sentido de la escena confluyen de manera notable.
Gracias al Odin Teatret por compartir su trabajo con nosotros.
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