Culminó la
décima edición de la Muestra de Teatro y Títeres en las comunidades de Caracas,
organizada por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo del Arte en
Venezuela (IIAVE). En ella, diversas agrupaciones del interior y del exterior tuvieron
la oportunidad de exhibir sus espectáculos.
Una de ellas fue
la agrupación teatral Coordinación de Yaracuy que presentó Eemarü el camino, producción general de Lusvio Ramírez y dirección
de Francisco Salazar. La ofrenda, el ritual, los olores y sabores confluyen en
este fascinante unipersonal que muestra varias historias en torno al origen del
mito de María Lionza. El trabajo actoral de Elsy Loyo es muy completo en todos
los sentidos porque ofrece organicidad, manejo vocal y, sobre todo, corporal en
el tránsito de una situación a otra.
Por su parte, el
grupo Moriche llevó a escena Inmundos
farsantes y Puerto teatro representó Lotería.
Ambas agrupaciones, provenientes de Anzoátegui, demostraron el creciente
talento joven que existe en las regiones. El primer trabajo es muy sencillo y
podría explotar más la temática de la viveza venezolana, mientras que en el
segundo los actores mostraron honestidad, aunque no poseían la edad y
experiencia que requerían los personajes.
Desde España, el
teatro Emer-gente de Catalunya montó un pretendido homenaje a Picasso llamado Pintora y poeta, dirigido por Rosalía
Martínez Ortega. A partir de una trama poco original de una pintora obsesionada
con su trabajo, el montaje adolece de una estructura dramática que se soporte.
Además, la puesta en escena estuvo cargada de elementos gratuitos como un
desnudo, largas escenas de sexo sugerido y textos poéticos irrelevantes, lo que
demuestra que el teatro requiere seriedad, compromiso y, en especial, claridad
estética para realizarse.
Teatro D’ dos de
Cuba realizó el montaje Acuememe de
Manuel Martínez, dirección de Julio César Ramírez. Este unipersonal tiene como base un texto
desestructurado y nostálgico acerca de la historia de La habana. Betsy Rodríguez
diferencia cada personaje que interpreta en su tono justo y real. Con una
puesta en escena que valora el paso de un rol a otro, una revisión o versión
del texto redondearía el espectáculo.
De Caracas, Seza
producciones realizó una versión de textos de Franca Rame y Darío Fó llamada Los varones como hijos del silencio,
dirigida por Néstor González. Con una bien lograda actuación orgánica de Yonyi
Gutiérrez, la simbología del comienzo y la desnudez deben revisarse.
En
definitiva, son 10 años de trabajo continuo para mantener la presencia de las
artes escénicas en las parroquias caraqueñas.
Funciones: 18, 19, 22, 24, 25 y 26 de Octubre de 2011
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