El Espacio Plural del Trasnocho Cultural inició su temporada teatral con el estreno de La reglas de urbanidad en la sociedad moderna del francés Jean-Luc Lagarce, producción de la agrupación Hebu Teatro con dirección de Orlando Arocha. El montaje nos presenta a tres damas que dictan una conferencia sobre el correcto comportamiento que debe tenerse en las diferentes etapas de la vida, desde el nacimiento, pasando por el bautizo, la presentación en sociedad, el compromiso, el matrimonio civil, el enlace eclesiástico, las bodas de plata y oro hasta llegar a la muerte. Cargado de ironía, el autor construye una sátira sobre las conductas de las clases pudientes que quieren mantener las apariencias por encima de todo y demuestran un profundo desprecio hacia aquellos que consideran por debajo de su nivel. La estructura de la pieza está conformada por un relato para cada etapa vital en el que se presentan las normas que deben cumplirse en ella, esto indica que el texto es más narrativo que teatral, por lo que carece de acción dramática y solo avanza cuando se agota una explicación. La teatralidad se logra gracias a la puesta en escena de Arocha que explota al máximo las posibilidades histriónicas de las actrices al desarrollar una conferencia muy comedida al principio en la que las situaciones se ilustran a través de pequeños gestos con las manos y el rostro, además de sutiles inflexiones de voz para ir desentrañando la hilaridad del texto teatral. Luego, con un ritmo progresivo, el gesto gana protagonismo y la exageración de éste carga de mayor hilaridad a las situaciones sin dejar se apoyarse en el peso que tienen los matices de la actuación. De igual manera, el desplazamiento escénico aumenta en consonancia con el desarrollo de la disertación de las tres damas. La ambientación escenográfica del mismo director y el diseño de iluminación de Carolina Puig se revelan sencillas con la intención de concentrar la atención en la interpretación actoral. No así el vestuario de Raquel Ríos que se constituye como parte esencial al reflejar las apariencias dentro de las que viven las tres damas. Esto se percibe debido a que propone un color para cada una y presenta un estilo que se observa excesivo en los detalles, algo que también se advierte en los peinados y el maquillaje de cada dama, pero que amalgama toda la propuesta del montaje. De tres trajes formales femeninos de chaqueta y falda se pasan a tres ridículos vestidos de novia que refuerzan el gesto excesivo y la movida puesta en escena hacia el final de pieza, además de las descabelladas normas que explican las damas. Todo lo anterior, conlleva a considerar a la actuación como el centro del montaje porque estas tres damas adquieren forma y propósito en la composición que realizan Diana Volpe, Carolina Leandro y Haydee Faverola. Esta tríada actoral se muestra equilibrada y se valen de todos sus recursos corporales y vocales para mantener el ritmo escénico, logrando manejar lo narrativo del texto y demostrando la experiencia teatral que poseen. Este trabajo, producido por María Gabriela Díaz y Diana Volpe para un grupo que inicia funciones, se constituye en opción para la temporada teatral de este año que apenas comienza.
Función: 23 de Enero de 2009
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