Difusión: La agrupación Teatro de Cerca exhibe: Érase una vez un rey, original del grupo chileno Aleph, en su “Espacio 77 para las Artes” de San Bernardino. Este recinto se ha convertido en una opción para los que necesitan sitios de ensayo, para danza, presentaciones y otras actividades relacionadas con diversas áreas artísticas. El montaje se presenta en la pequeña sala del Espacio como reflexión acerca de las consecuencias del poder cuando Watusi, Ñafle y Sonajera, tres recolectores de basura, juegan a convertirse en reyes por una semana, lo que ocasiona numerosos conflictos entre ellos. La dirección de Oliver Loyo propone una puesta en escena en la que el equilibrio es primordial en la ubicación de los personajes y el movimiento escénico, para ello se vale de varios elementos que podrían usar este tipo de personas y otros creados para tal fin, además de un carro recolector que facilita la movilidad. El ritmo escénico se mantiene al principio, pero decae de la mitad hacia el final donde se hace necesario mayor fluidez en la interrelación de cada una de las escenas. La actuación, acompañada de divertidas interpretaciones cantadas, se propone desde la caracterización de los personajes. Esto puede observarse en el desenfado y la notable expresividad corporal de Juliana Cuervos (Ñafle), la manera pertinente de asumir cada situación, si bien debe reforzar más la intención de cada una, de Walter de Andrade (Watusi) y el correcto uso vocal y corporal, con acento colombiano incluido, de Mariale Camacho (Sonajera). Este espacio se constituye como otra iniciativa en pro del teatro venezolano y del arte en general.
Función: 7 de Febrero de 2009
Comprensión: El Circuito de Arte Cénica presenta en la Sala de Conciertos del Ateneo de Caracas la pieza infantil: La Pájara Pinta y El Pájaro Loco, escrita y dirigida por Ricardo Nortier. El argumento se desarrolla cuando La Pájara Pinta, personaje emblemático del cancionero infantil venezolano, se traslada desde su pueblo llamado “verde limón” hasta la ciudad en busca de mejores oportunidades, allí conoce al Pájaro Loco, un francés obsesionado con la tecnología. De las diferencias entre ambos y la aceptación de sus puntos de vista surge el amor para transmitir la premisa de tolerar siempre al que piensa distinto. La puesta en escena posee un ritmo apropiado que nunca disminuye, lo que mantiene la atención de los espectadores, gracias al trabajo interpretativo del elenco. Ana Melo como La Pájara Pinta y Gabriel Agüero como El Pájaro Loco construyen con solidez sus personajes, en especial por la desenvoltura del segundo, y Nortier como el narrador y Chinoto, un pájaro cura, posee una energía sin igual en la apropiada composición de ambos personajes. Lo anterior no se lograría sin el diseño de vestuario de Joaquin Nandez que usa diversos materiales textiles para ofrecer una admirable textura visual en la que cientos de plumas invaden los trajes de los protagonistas, además de emplear un color resaltante para cada personaje y reflejar así su temperamento. Junto al atrayente diseño escenográfico de Orlando Arocha y la admirable música de Enrique Bravo, este montaje divierte a adultos y niños por igual porque trata un tema actual que se desenvuelve con originalidad.
Función: 7 de Febrero de 2009
Comprensión: El Circuito de Arte Cénica presenta en la Sala de Conciertos del Ateneo de Caracas la pieza infantil: La Pájara Pinta y El Pájaro Loco, escrita y dirigida por Ricardo Nortier. El argumento se desarrolla cuando La Pájara Pinta, personaje emblemático del cancionero infantil venezolano, se traslada desde su pueblo llamado “verde limón” hasta la ciudad en busca de mejores oportunidades, allí conoce al Pájaro Loco, un francés obsesionado con la tecnología. De las diferencias entre ambos y la aceptación de sus puntos de vista surge el amor para transmitir la premisa de tolerar siempre al que piensa distinto. La puesta en escena posee un ritmo apropiado que nunca disminuye, lo que mantiene la atención de los espectadores, gracias al trabajo interpretativo del elenco. Ana Melo como La Pájara Pinta y Gabriel Agüero como El Pájaro Loco construyen con solidez sus personajes, en especial por la desenvoltura del segundo, y Nortier como el narrador y Chinoto, un pájaro cura, posee una energía sin igual en la apropiada composición de ambos personajes. Lo anterior no se lograría sin el diseño de vestuario de Joaquin Nandez que usa diversos materiales textiles para ofrecer una admirable textura visual en la que cientos de plumas invaden los trajes de los protagonistas, además de emplear un color resaltante para cada personaje y reflejar así su temperamento. Junto al atrayente diseño escenográfico de Orlando Arocha y la admirable música de Enrique Bravo, este montaje divierte a adultos y niños por igual porque trata un tema actual que se desenvuelve con originalidad.
Función: 8 de Febrero de 2009
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