El teatro in-visible invade a Caracas (I)

Desde la semana pasada se está realizando la VII Muestra Internacional de Teatro y Títeres en las comunidades de Caracas, organizada por IIAVE -Instituto de Investigaciones para el Desarrollo del Arte en Venezuela-. Esta muestra se ha convertido en una experiencia valiosa para las parroquias de la capital del país debido a que sus habitantes pueden acercarse a diversas perspectivas del arte teatral. Con agrupaciones caraqueñas, del interior del país y una representación internacional, espacios convencionales y no convencionales sirven para la difusión del llamado “teatro invisible” o aquellos colectivos artísticos que no han podido entrar en los circuitos comerciales o salas establecidas. Uno de estos grupos es el Ateneo Casa del Arcoiris que posee 19 años de trabajo continuo y presenta el montaje de teatro de calle denominado Las historias que me contaron con dirección de Janeth Colmenares. Un toldo ubicado en el Boulevard de Sabana Grande fue el lugar donde fragmentos de Don quijote de la mancha, El principito, El flautista de Hamelin, La liebre y la tortuga, y El conejo y el mapurite ofrecieron un logrado espectáculo que mantuvo a la expectativa a los espectadores que se acercaron. Como bien ofrecen en el prólogo, esta obra pretende estimular la lectura de varios clásicos de la literatura y por eso emplean al teatro como medio a través del cual se puede alcanzar. Luego de explicar las razones sobre la existencia e importancia del arte de la representación, cuatro actrices interpretan pedazos de cada historia consiguiendo una continuidad dramática entre ellas. La composición vocal y corporal que realizan las actrices diferencia apropiadamente a cada personaje en una puesta en escena creativa que se vale de un colorido vestuario, variados elementos de utilería y originales máscaras. Desde España, el grupo Tres tristes tigres presenta una versión de La zapatera prodigiosa de Federico García Lorca. Esta pieza me hizo reflexionar sobre las categorías del clasificación del teatro, la actuación y la formación del público. El montaje visto puede ser considerado teatro para niños es su país de origen, pero no en Venezuela. Varias escenas hacen referencia a la violencia, la muerte y otras alcanzan momentos impulsivos, lo que no es propio en las piezas infantiles que se montan aquí. De igual forma, la actuación se presenta muy natural, salvo en algunas caracterizaciones, cuando estamos acostumbrados a algo con más pasión, incluso Lorca como autor dramático no escapa de la pasión que le imprime a sus personajes. Y por último, las variedades lingüísticas del español impide que los niños comprendan el texto; lo que, junto a la impaciencia y poca capacidad de atención de algunos, hace evidente la necesidad de formar al espectador de teatro desde pequeño. Con las destacadas actuaciones de Jorge Mazo y Diana Cristóbal que interpretan varios personajes, acompañados de César Novalgos y Bego Iribas que se ven naturales por la exigencia de sus roles, la sencilla puesta en escena de Javier Pena se complementa con un simple pero funcional dispositivo escenográfico y un vestuario que usa el color para cada rol. Puede que lo invisible del teatro se haga visible gracias a esta muestra.
Funciones: 4 y 5 de Octubre de 2008

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